36. Todoroki

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Bakugou se marchó, dejando a sus espaldas a Todoroki y Uraraka, sin gestos ni palabras de despedida, el chico estaba completamente perdido en sus pensamientos. No era muy difícil averiguar que pasaba por su mente en ese momento, pensó Todoroki mientras lo observaba alejarse cabizbajo. La frustración emanaba de cada uno de sus gestos y Todoroki la entendía bien, tal mejor de lo que a él mismo le gustaba admitir. La entendía por que él también sentía esa emoción arder en su interior, tal vez no con la misma intensidad que la de su compañero pero sin duda igualmente dolorosa.

Era odioso saber que no hay nada que puedas hacer, saber que tan solo puedes esperar pacientemente a que otros hagan el trabajo que tú mismo desearías estar haciendo pero no puedes. Es fácil escuchar a la mente, era más que obvio que Hatsume era mucho mejor que ellos recopilando información. Al fin y al cabo, era la creadora del micrófono. Permitir que ella se encargara de espiar era la opción más lógica. Pero era muy difícil ignorar al corazón, los sentimientos de inutilidad y de frustración que gritaban sin cesar, pidiendo ser escuchados, pidiendo actuar.

- Parece frustrado - Dijo Uraraka a su lado.

- Sí - Contestó Todoroki - Es una situación difícil para todos pero lo es especialmente para él.

Todoroki observó a la chica junto a él, le alegraba tenerla a su lado. Cuando estaba junto a ella se sentía menos frustrado. Le alegró ver que, pese a que ahora parecía preocupada por Bakugou y por la situación, lucía mucho más animada que días atrás. Recordó con cierta lástima lo herida que la había visto aquel día, cuando volvió de su charla con Bakugou.

- Yo estuve allí cuando atacaron en el torneo, junto a Bakugou - Explicó Todoroki - Fue frustrante no ser capaz de hacer nada por Midoriya, tenerlo tan cerca y aun así no ser capaz de ayudarlo. Y para Bakugou debe de ser mucho peor pues fue la segunda vez que no fue capaz de ayudarlo. Sé que se echa la culpa por lo ocurrido en la playa.

- Nadie piensa que secuestraran a Deku por su culpa - Dijo Uraraka contrariada.

- Lo sé, pero él sí que lo piensa - Dijo Todoroki - No creo que importe lo que piensen los demás mientras el mismo Bakugou se siga echando la culpa. Lo hieren más sus propios sentimientos que lo que los demás piensen de él.

- Ya - Contestó Uraraka - Y además Deku-kun es la persona que ama, eso lo hace todo más complicado.

La naturalidad con la que lo dijo sorprendió un poco a Todoroki, que la observó fijamente en silencio. Apenas hacía unos días parecía desolada de saber que jamás sería correspondida y ahora expresaba aquello con total tranquilidad. Por unos instantes Todoroki se preguntó si la chica estaría fingiendo, al fin y al cabo Uraraka ocultaba realmente bien su tristeza, fingía una alegre sonrisa para no preocupar a nadie. Pero descartó la posibilidad, tenía la corazonada de que en realidad todo estaba bien.

Y confiaba en sus instintos, al fin y al cabo había sido una corazonada también lo que lo había hecho descubrir que Uraraka amaba en silencio a Deku y sufría por ello. Era curioso pero con tan solo mirarla se dio cuenta al instante de lo que pasaba por la mente de la chica. A pesar de lo mucho que se estaba esforzando Uraraka en sonreír con normalidad, había sido capaz de ver a través de la máscara de normalidad que la chica se esforzaba en mantener.

Él mismo no sabía que había sido exactamente lo que lo había advertido de la tristeza de la chica ¿Habían sido sus ojos? ¿Tal vez su sonrisa forzada? ¿Su postura? ¿Tan evidentes eran? Ciertamente la chica había estado triste desde el secuestro de Midoriya, no era el único que lo había notado. Muchos de sus compañeros de clase también se dieron cuenta pero todos pensaban que Uraraka simplemente estaba triste por la desaparición de su amigo, todos menos Todoroki. Por alguna razón que ni él mismo acababa de entender, él había sido el único en ver más allá de la tristeza de la chica.

Hasta ese momento jamás había pensado siquiera que Uraraka pudiera estar enamorada de Midoriya. Pero tras su secuestro, al ver la mirada triste y la fingida sonrisa que lucía Uraraka, el pensamiento cruzó su mente. Y lo que surgió como una simple corazonada, un pensamiento que cruzó su mente despreocupadamente, de repente cogió fuerza y de un momento a otro se vio incapaz de apartar su mirada de ella, siempre la buscaba con la mirada. Aquella mirada lo entristecía y lo fascinaba a partes iguales.

Tal vez era por que sabía que estaba buscando pero empezó a verlo aún más claro que antes, lo veía día tras día. En aquellos suspiros disimulados, en las lágrimas no derramadas, en las solitarias sonrisas. Gestos, no solo de la pérdida de un amigo muy querido sino también de la pérdida de un amor no correspondido.

Así que cuando la vio regresar junto a Bakugou, aún más apagada que de costumbre, le dio tanta pena verla tan decidida en ocultar lo herida que estaba que no pudo evitar consolarla, sorprendiéndose incluso a sí mismo. Cuando se dio cuenta ya estaba abrazándola, la lágrima que cayó por la mejilla de la chica no fue más que una confirmación de lo que ya sospechaba.

- Tal vez podríamos hablar con alguien más, no nos vendrían mal más aliados.

- Es demasiado peligroso - Contestó Todoroki - Con que una sola persona nos delate se acabó.

- Es cierto pero sé que hay amigos de confianza - Insistió Uraraka - Sé que hay quienes jamás nos delatarían.

- Lo sé, pero eso también supondría exponerlos a las consecuencias.

- Te refieres al castigo de la U.A...

- En el peor de los casos nos podrían expulsar. No dudo en que hay aliados entre nuestros compañeros de clase pero no debemos involucrarlos.

- Tal vez tengas razón - Coincidió Uraraka algo triste.

- Además, creo que Bakugou es el que menos quiere involucrar a sus amigos.

La chica asintió, distraída en sus pensamientos. En el fondo Todoroki admiraba la determinación de la chica, tan decidida a salvar a Deku incluso si ella resultaba lastimada en el proceso. No debía ser fácil ver como la persona que has amado por años ama y es correspondida por otra persona, mucho menos reunirlos y ver como se aman. Pero Uraraka lo ocultaba todo por el bien de su amigo tras una sonrisa. Una sonrisa capaz de engañar a todo el mundo, excepto al parecer al propio Todoroki.

- Todoroki - Rompió el silencio Uraraka - ¿Cómo supiste que Bakugou y yo tramábamos algo?

Todoroki tuvo que aguantar una sonrisa al oír la pregunta de Uraraka, en realidad había sido muy sencillo.

- No fue muy difícil - Contestó Todoroki - Siempre supe que si alguien planeaba un rescate sería Bakugou, así que lo estuve observando muy de cerca. Esperando una confirmación de mis sospechas pues tenía claro que si había un rescate participaría en él sin dudar.

- Pero, nosotros no dijimos nunca nada que expusiese nuestras intenciones delante de otros - Observó Uraraka confusa.

- Ya te lo dije ese día, algo en sus ojos cambió. Así que decidí hacer una prueba.

- ¿Cuál?

- Te dije que me uniría a vuestro plan, como si supiese que estabais tramando algo, al no negarlo tú misma te delataste - Explicó Todoroki con una leve sonrisa.

- Ohh... Ya veo - Dijo Uraraka sonrojada - Fui descuidada.

Caminaron juntos un rato más, últimamente lo hacían a menudo. Hablaban, de todo y de nada a la vez, en cierta forma era reconfortante. Cuando hablaban, el tiempo pasaba más rápido y la sonrisa de Uraraka parecía más brillante, menos triste, más verdadera. Debía proteger esa sonrisa, al menos así lo sentía. Protegería a esa persona que parecía guardar tanta valentía en un cuerpo tan pequeño, y si no era capaz de hacerlo, al menos le brindaría un hombro sobre el que llorar.

Ojos que no venWhere stories live. Discover now