—¡Basta!

—¡No!

Por protocolo de seguridad el estacionamiento está libre para la salida y Bratt sigue insistiendo.

—¿Prometida o prisionera? —se dirige a Christopher.

—¡Ambas! —le grita a modo de respuesta.

Los ojos verdes caen sobre mí llenos de decepción.

—¿Eres más que esto Rachel? —me dice— ¡Me has decepcionado, tanto juzgar mi control ¿Y cómo acabas?!

—Quiten a este frustrado de mi vista —se molesta Alex terminándolo de dañar.

El teléfono me vibra y Christopher me lo quita antes de meterme al vehículo, se desliza en el asiento conmigo e inmediatamente Make enciende el motor con Iván en el copiloto mientras Gema y Marie abordan las camionetas de atrás.

Se sabe que el asunto es grave cuando hasta Alex sucumbe a las demandas de su hijo sin protestar.

Silencio absoluto es lo que se hace en el trayecto, el coronel mantiene el brazo apoyado contra el cristal de la puerta, frialdad es lo único que denota.

Mi móvil sigue vibrando en su bolsillo, estoy en todo el derecho de reclamar, pero no lo haré aquí con Make e Iván presentes, el segundo no me deja de mirar por el espejo retrovisor, no lo culpo muchos creerán que mis intentos de escalar son gracias esto.

Dejo las manos en mi regazo, cada que uno de los dos abre la boca es para lastimar y aquí no quiero cortadas. El camino se hace corto, llegamos al edificio Y pierdo las ganas de bajar al ver como Gema baja con Marie adentrándose a la recepción.

—Llévame a High Garden —le ordeno a Make.

Christopher baja dando la vuelta mientras el escolta ignora mi petición.

—¡Te estoy dando una orden! —reclamo y Christopher me saca a las malas adentrándose conmigo a la recepción.

Las mujeres suben mientras él toma las escaleras desestabilizándome la respiración, el asma empeora cada vez más, tanto que bajo su agarre debo pegarme el aparato a la boca.

—No quiero subir, suéltame —reprocho sin lograr nada.

Llegamos, la puerta está abierta, él entra conmigo y Gema está tratando de calmar a su madre en pleno vestíbulo.

—Recoge tus cosas y lárgate —le ordena Christopher a Gema— Tu también Marie.

—¡Desfachatez es la única definición para esto! —despotrica ella mientras busco la manera de reponerme— ¡Te está manipulando, a ti que te crees invencible y no notas que esto pasa cada que una mujer quiere atrapar a un hombre!

—¡No, esto es lo que pasa cuando follas con alguien y no te pones un puto preservativo! —le grita él provocando que se lleve las manos a la boca — No fue una ni dos, fueron muchas veces y por ello asumo mi responsabilidad sin dramas ni papeles de víctima.

Marie esta desconsolada y el coronel toma aire por la boca buscando el autocontrol que nunca tendrá.

—Pero Chris ¿Qué culpa tengo yo como para terminar de una forma tan miserable? —musita — He dado hasta lo que no tengo.

—No es personal, Gema. Cumpliste tu papel hasta el último momento, sin embargo, hay cosas que para mí son irretractables —contesta—Convéncete de que esto es lo mejor.

—Pero yo te amo y nunca te he fallado —confiesa provocando que me clave las uñas en la palma de la mano— ¿Así tratas al que bien te sirve? Yo que no he estado con otro que no seas tú, mi cuerpo ha sido solo tuyo y ¿Que me he ganado?

LUJURIA  - (Ya en librerías)Where stories live. Discover now