—Rachel tienes que decirle —insiste Stefan— Ellos te pueden dar...

—Desprecio, culpas y malos tratos, Stefan, dirán que soy una segunda Sabrina. Rompí lazos definitivos con el coronel y justo cuando dejamos las cosas claras ¡Oh sorpresa estoy embarazada! —alego— ¿Deja vu? ¿Casualidad?

—Eso es común cuando se tiene sexo... Sexo sin protección...

— Primero que todo tenemos que buscar la manera de desenmascarar a casos internos antes de que el ejército élite nos tache de traidores — replico— Alex nos va acribillar si sabe que ensuciamos la campaña y el nombre de su familia. Aparte de que corremos el riesgo de que encarcelen a alguien.

—Nada de lo que acabas de decir quita el hecho de que Christopher sea el papá y Alex el abuelo —espeta — Ellos los van a proteger.

—Les vas a dar igual, solo se preocupan por ellos. Lo único bueno de esa familia se murió y los que quedan son una manada de egoístas —increpo— Yo no necesito de nadie y no quiero que Christopher me diga en la cara que tengo que abortar para no dañar su perfecta "Campaña" O relación con Gema...

—Lo que estás es celosa y dolida por lo que pasó...

—¡No digas tonterías! —lo regaño — Date cuenta que mi único deseo es salir de este puto lio, te he explicado miles de veces él porque y deja la paranoia que a Christopher le da igual.

—¿Como se supone que vas a ocultar el embarazo? Una gestación doble no se puede esconder, necesitas dinero para el tratamiento...

—Luisa ya me transfirió el dinero que se necesita para empezar. En el exilio estuve sola y puedo valerme de mi misma —contesto— Cuando cada quien se posicione pedimos un par de meses en el comando de la alta guardia en Manchester, ya luego decimos que somos pareja y listo.

Termino con el batido.

—Por ahora mantén las puertas cerradas. Logre desbloquear la computadora de Elliot, pero no puedo entrar a los archivos ya que están codificado con un sistema alemán —tengo todo en la punta de los dedos.

—Hay que hablar con Alex —sugiere — El silencio de casos internos juega en nuestra contra. Si saben que tenemos la manera de contradecirlos nos van atacar.

—Por el momento no dejes a nadie, iré a ver a Antoni y vendré a sacar la información para llevársela al ministro.

—Como órdenes. Trabajaré un rato desde el estudio.

—Ve tranquilo, pondré seguro antes de salir.

Falta una hora para mi cita con Antoni. Busco las llaves del McLaren y el timbre suena cuando estoy a pocos pasos de la puerta. No espero visitas, así que me asomo en el ojillo dejando caer los talones cuando veo a Derek con Laurens.

—¿teniente? —golpea la puerta con los nudillos— ¿Está ahí?

Tiene a Laurens sujeta de la mano, ninguno de los dos trae buena cara y no deseo lidiar con la charla de "Déjeme volver"

—teniente, sé que no quiere verme, pero es importante lo que le diremos —habla la pelirroja.
—¿Que necesitan? —contesto— Estoy un poco ocupada.

— Disculpe, no es mi intención incomodarla —responde Derek — Pero debo comentarle algo delicado, es de asuntos internos.

Se acomoda los lentes y no me queda más alternativa que abrir no sin antes cerciorarme de que Naomi no esté por ahí.

—¿Que paso? —no abro la puerta de un todo.

La alegría de Laurens es inmediata y lo demuestra con una resplandeciente sonrisa.

LUJURIA  - (Ya en librerías)Where stories live. Discover now