-Historia Finalizada-
Naruto desde pequeño fue amado por sus padres por el solo hecho de existir, al llegar su adolescencia le confirman su condicion de omega dejando no solo a él sino a su familia rota.
Que será de este joven Omega, atado a esta nu...
El viaje se me hace eterno, pero luego de un par de horas de por fin llegar al aeropuerto internacional de Narita en Tokyo y de retirar mi maleta del compartimiento de equipaje, soy cordialmente recibido por mi escolta personal junto con mis guardias personales, la misma que me fue asignada al nacer por la mansión Uchiha, quienes ahora me estaban dando la bienvenida a la capital.
-Bienvenido a casa joven Uchiha- me recibe el representante de los guardias.
-Gracias- sonrio a pesar del cansancio.
Uno de los guardias recibe mi maleta y la guarda en el maletero y otro me abre la puerta para tomar asiento al interior del automóvil donde nos iríamos.
-Nos sentimos agradecidos por su presencia, joven Uchiha, muy pronto estaremos ante la presencia de sus padres, si se siente cansado puede dormir le avisaremos cuando lleguemos- me sugiere.
Mientras nos movemos por la carretera, veo el atardecer y pienso en naruto, han pasado doce horas desde su desaparición y no puedo evitar sufrir y caer preso del panico por no tenerle entre mis brazos.
Al cerrar los ojos inevitablemente vienen a mi los recuerdos de su sonrisa risueña.
Tengo que hacer lo imposible por recuperarle.
-Narra Naruto-
Despierto con escalofríos y al abrir los ojos, compruebo muy a mi pesar que sigo en el mismo lugar donde esos desconocidos me han dejado.
No se cuantas horas han pasado desde que me venció el cansancio y me termine durmiendo dentro de esta celda, lo único que si se es que la oscuridad se a hecho más densa, lo cual podría significar que se a hecho de noche en el exterior.
Mi estómago exige comer algo, el bastardo que había confundido en los baños con Sasuke cumplió con su palabra, tras irse sus secuaces no me trajeron ni una migaja de pan para merendar aun cuando bien pude oír como alguno de ellos hablaba sobre que su porción de pizza no era lo suficientemente grande para su apetito.
-Todo bien ahí...- escucho una voz a lo lejos, intuyo que podría ser del guardia a mi cuidado.
Me quedo en silencio, ante estas circunstancias no me podía fiar de nada, era claro al menos por ahora que en ausencia de Sasuke solo me tenia a mi mismo para sobrevivir y si quería salir de esto tenía que ser astuto y cooperar con mi captor al menos por ahora.
-Hey! Que te pasa, es que no me escuchas!!- escucho que alguien grita lo bastante fuerte para sacarme de mis pensamientos.
Veo que entre la oscuridad se presenta un hombre alto, de piel oscura y una capucha negra que le cubre hasta la boca.
-Cuando alguien te habla debes responder muchacho, no te conviene hacerme enojar, entendido..- vuelve a hablar el desconocido al ver que efectivamente estaba despierto, pero en eso mi estomago gruñe por hambre y corro el rostro avergonzado.
-Disculpe, prometo respóndele apropiadamente la próxima vez pero podría traerme algo de comer...su jefe no me a traído nada desde que se fue- pronuncio.
El desconocido ríe a carcajadas ante lo que he dicho, me muerdo el labio tratando de no gritarle, bien me había dicho a mi mismo que cooperaría.
-En serio crees que ese inútil de Sai es mi jefe, él no es mi jefe niño, yo solo estoy aquí por el dinero y me aseguro que tu valias mucho- ríe.
Trago saliva.
Así que ese tipo se llama Sai, me pregunto cual sera su razón de haberme secuestrado, quizás no estaría mal hacerle cantar a este tipo, haciéndome el desentendido.
-En serio? Y porque sería eso? Yo solo soy un estudiante común y corriente- pronunció.
El tipo frente a mi cae con facilidad en mi trampa y empieza a hablar más de la cuenta tal y como me lo esperaba.
Enterándome tras al fin traerme algo de comer- un sándwich de carne y queso un poco duro- que efectivamente la familia de Sasuke era más poderosa de lo que había dimensionado, y que con mi secuestro yo era la carnada perfecta para que el conglomerado yakuza Raíz se vengara de ellos.
Antes de irse el desconocido se presenta como Kakuzu y me deja mis manos desatadas, me deja comer a solas y se va pero en cuanto me siento y voy por la primera mordida de mi sándwich, me percato que ya no poseeo mi anillo de compromiso.
Me pregunto que habrá pasado con el.
Te extraño Sasuke.
Pronuncio, tras oír como los pasos de Kakuzu se alejan dejándome nuevamente solo en esta celda.
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Hola!
Feliz Navidad atrasada!!!
Se que estuve dos semanas casi tres ausente pero como ya avise antes tuve mis razones.
Cuídense y que les vaya bien!!!.
Postdata:
Tengo planeado subir otro capitulo mas y en lo posible terminar varias historias inconclusas al finalizar este año para solo centrarme en este y en el otro sasunaru.
