Jade...

— quiero que maten a Carlo y poder ayudarlos, pero a cambio quiero que todos ustedes dejen a mi hija, ella no pertenece a este mundo.

— ¿A que te refieres...?—preguntó William.

—quiero que maten a Carlo y que Drácula deje a mi hija.

— eso será imposible....—conteste — no dejare a Jade.

— ¿dejaras que mi hija sufra entonces? no vez que al estar cerca de ti o de mí le hace daño... Todo estaba bien hasta que apareciste, si la amas la dejaras vivir su vida como una persona normal.

— no me alej-

— Drácula... Tiene razón... Jade debería estar apartado de todo esto, deberías dejar a Jade... ella corre peligro a tu lado, al lado de su padre y nosotros...

— si prometes alejarte yo los llevare a Carlo...

— no prometeré eso, le prometí a Jade que la buscaría y que estaría con ella para siempre, no romperé esa promesa, encontrare a Carlo, con o sin usted, aunque debe ser consiente que cada minuto que Carlo vive es un minuto menos para Jade.

—si matamos a Carlo nadie más correrá peligro...Piénselo James—dijo William con una sonrisa.

Jame bajo la cabeza.

No tardo mucho para que nos dijera en donde se escondía, esperamos hasta que el sol bajara un poco más, cuando Hada regreso partimos hacia el lugar en donde estaba Carlo.

Era una mansión idéntica a la mía.

— Carlo no está solo, Lowell está con él.

— ¿Qué hace mi hermano aquí?—pregunte sorprendido.

— de tal árbol tal astilla...— comento James.

Lowell no podía ser como él, ya era hora de que Lowell supiera la verdad.

—Hay que entrar —dije.

William asintió.

—yo iré por Carlo—dijo William.

—Niño... No podrás matar a tu padre solo, te acompañare—apoyo James yendo detrás de él.

Mire a Hada.

— hay que ir por Lowell.

Asentí con la cabeza, caminábamos detrás de James y William.

Al entrar a la mansión escuchamos una voz.

— quien lo diría... mi hermano, el príncipe, la bestia y... mi princesa...— dijo Lowell.

— cariño... No soy tuya ni mucho menos princesa, yo, soy una reina— los ojos de Hada se tornaron rojos, corrió hacia Lowell y saco sus colmillos clavándolos en su cuello.

James subía las escaleras en busca de Carlo.

Lowell lanzo a Hada, corrí hacia él e hice lo mismo.

— ¡ERES UN ESTÚPIDO! ¡ESTE NO ERES TÚ!—grite

— no, no soy yo... Desde que mataste a mi madre no soy yo.

Lowell se volvió a levantar, tome su cuello y lo arroje al piso colocando mi rodilla en su garganta.

Sus manos intentaban empujarme pero no lo logro.

— crees que yo mate a mi madre...

—te...te vi...

— Ya dile—dijo Hada— dile y cuéntale todo, dile que ayuda al asesino de su madre, dile quien es su padre.

La Institutriz de DráculaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant