Tarareaba una melodía mientras cuidaba de los hermosos rosales blancos.
La señorita Chanel, la difunta esposa del señor Owen, fue una mujer elegante por naturaleza y una amante de las flores. Una mujer carismática que amaba plantar rosas blancas, no era lo más común, o por lo menos no para mí.
Yo amo las rosas rojas, aquellas hermosas y atrayentes a la mirada de cualquiera.
Una rosa blanca significa paz, tranquilidad, amabilidad y un símbolo de inocencia, un alma pura. Por el contrario, una rosa roja puede representar el amor de dos personas, el respeto hacia otra, la lujuria y la excitación romántica del amor.
Un color puede transmitir muchas cosas.
— Jade...— mis ojos se ampliaron al escuchar una dulce voz detrás de mí.
— Lizzy...— dije soltando las tijeras y girándome para verla, al estar segura de que era ella corrí a abrazarla.
Eliza Wodlow, mejor conocida como Lizzy, ella es hija del señor Owen, una joven de quince años de edad, cabello rubio y ojos celestes, simplemente una chica hermosa.
— Oh por dios... Regresaste...— susurré mientras la abrazaba.
Ella se separó de mí y asintió con la cabeza repetidas veces.
— Si, me quedare un mes en casa, regresaré a Italia con mi tía en un mes, quiero pasar tiempo con mi padre y mi hermano. —dijo contenta.
— Me alegra que hayas tomado esa decisión, mi madre estará feliz de verte.
Ella río y tomo mi mano llevándome a la cocina en donde mi madre se encontraba cocinando.
— Señora Verónica— llamo Lizzy al ver a mi madre.
Ella al ser de un nivel social más alto no tiene que tratarnos de señora o señorita, al igual que su familia, sin embargo, ellos lo hacen.
— Mi niña...— mi madre se acercó a ella para abrazarla mientras lloraba de felicidad.
Una sensación de celos me invadió al ver a mi madre tratarla con tanto afecto, afecto que yo no he recibido.
— Hola nani...— nani era la manera en la que la joven Lizzy llamaba a mi madre al ser ella quien la cuidara desde pequeña.
— regresaste, dime que te quedaras...— pidió mi madre.
— un mes, me quedaré un mes.
Mi madre tomó entre sus manos el rostro de Lizzy y beso la cima de su cabeza.
— Te prepararé tu comida favorita, mi niña...
— Gracias Nani...
— Jade, sigue haciendo tu trabajo — dijo mi madre, asentí despidiéndome de ellas y haciendo una reverencia ante Lizzy
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La Institutriz de Drácula
VampireDos personas distintas no pueden coincidir en un mismo lugar, sus sentimientos no son los mismos y ellos tampoco.Una criatura de la oscuridad no puede estar y encartar a la luz, eso era imposible pero... El amor todo lo puede. º º º Reí y limpie l...