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La niña Sofia observaba el pueblo con una sonrisa en su rostro

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La niña Sofia observaba el pueblo con una sonrisa en su rostro.

— ¡Mire señorita Jade!— dijo con felicidad y llevándome hasta la fuente del pueblo.

Paso su mano por el agua mientras sonreía.

— dicen que si tiras una moneda y pides un deseo, se cumplirá —dije tal y como decía mi madre en cada fuente que veía. 

Le extendí una moneda, la niña Sofia la recibió mientras la sostenía con ambas manos y la acercaba a su corazón.

Cerró sus ojos mientras murmuraba y dejaba caer la moneda.

— ¿Qué deseaste?— pregunte curiosa.

— ser eterna como el amor...

— aunque me cueste decirlo sé que el amor se acaba.

La niña Sofia negó mientras miraba la fuente.

— El amor no se acaba ni desaparece, solo dejas de sentirlo.

Sonreí ante sus palabras, tome su mano mientras caminaba con ella.

La mañana había pasado y si quería que la niña Sofia llegara a la hora de la comida tendríamos que irnos ya.

— Hay que regresar—dije.

La sonrisa que antes abarcaba el rostro de la niña Sofia había desaparecido dejando una mueca de desagrado.

— aún no señorita Jade, un momento más. Quisiera visitar el cementerio.

— ¿qué?

— quisiera visitar a mi madre...

Su petición no fue negara.

Caminamos hasta llegar al cementerio.

Cuando la niña Sofia llegara a sus aposentos caería dormida. Al llegar al cementerio busque al guardián de ese lugar.

— Espérame aquí —pedí a la niña Sofia mientras me acercaba al hombre que se encontraba de espaldas.

— Disculpe— dije logrando llamar su atención.

— ¿qué necesita, señorita?

— quisiera que nos guiará hasta el lugar en donde se encuentra la lápida de la señora Victoria Collins.

El hombre asintió.

Tome la mano de la niña Sofia mientras nos adentrábamos al cementerio.

En sol ya se estaba ocultando.

— Es aquí —dijo un hombre.

La niña Sofia se arrodillo delante de la lápida.

Unas hermosas rosas blancas se encontraban ahí.

La niña Sofia tomo una mientras aspiraba el aroma.

— ¿Hay alguien más aparte de tu hermano y tú que apreciará a tu madre?— pregunte.

La Institutriz de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora