Preguntas y respuestas 2

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ESTE ES EL MISMO CAPÍTULO QUE EL ANTERIOR. LO PUBLICO OTRA VEZ PORQUE AÚN HAY ALGUNOS PROBLEMAS PARA VISUALIZARLO. LUEGO LO BORRO ;D

Una pequeña advertencia: capítulo un poquito...intenso.

Disclaimer: Si leen algo y les parece familiar, no es mío (y).

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Tres días atrás...

4 de Agosto de 1997

Cassandra despertó sobresaltada cuando lo que se sintió como un océano de agua fría cayó sobre ella.

–Ves, Lucius. Es sólo cosa de insistir. ¡La señortia Lestrange está de vuelta, señores!

Las palabras, que fueron dichas por una voz desagradablemente aguda, se abrieron paso en el confundido cerebro de Cassandra.

"Confundido" siendo la palabra clave, porque Cassandra no tenía ni idea de qué quería decir Hombre-Agudo. Ni de por qué estaba mojada y con un dolor de cabeza del tamaño del trasero de la Señora Gorda de Gryffindor.

¿Estaba de vuelta, dónde? ¿Qué carajo estaba sucediendo?

Cassandra abrió lentamente los ojos, pero se arrepintió de inmediato. La luz en el lugar hizo que soltara un penoso quejido.

¡Que alguien apagara las luces, por favor!

Por supuesto, nadie se dignó a escuchar su silenciosa plegaria. En cambio, alguien la agarró bruscamente por el cabello y tiró de su cabeza, que hasta ese momento había estado colgando casi contra su pecho.

–¡Abre los ojos, perra! Ya te esperamos demasiado.

Cassandra sintió como el miedo le apretaba la garganta. ¿Qué estaba pasando?

Se obligó a abrir los ojos, porque no quería que el hombre se enfadara más. Tuvo que parpadear un par de veces antes de que su visión se aclarara un poco. Y luego tuvo que esforzarse para mirar a quienes estaban en la habitación con ella, porque Hombre-Agudo la sostenía aún por el cabello, tirando su cabeza hacia atrás.

Le bastó observar una cara para que todo volviera a ella rápidamente.

Ahí, frente a Cassandra, a no más de dos metros de distancia, estaba el mortífago que ella había obligado a pelear a su lado, bajo la maldición Imperius.

En la mitad de una batalla. Contra muchos mortífagos. En una boda, en La Madriguera. En la boda de Bill y Fleur. Bill enfadado y asustado. Fleur con su hermoso vestido de novia sucio y roto. Su nombre en la voz de Sirius, siendo gritado.

Sirius…

Había usado magia oscura y su propia sangre para evitar pérdidas mayores. Había unido a su sangre a todos los magos oscuros y se había desaparecido lejos, llevándolos con ella.

Había tenido poco tiempo, así que pensó en alguno de los muchos bosques que vio en su viaje desde la Mansión de su familia, hacia La Madriguera cuando escapó con Harry y los había llevado ahí.

Ahora, sobre cómo había llegado a la situación en la que se encontraba en ese preciso momento, Cassandra no tenía la más mínima de las ideas. No había considerado sobrevivir a su muy poco meditado plan de rescate. Y la situación nueva dejaba mucho que desear.

La situación siendo ella, sobre sus rodillas, con las manos unidas por sobre su cabeza, siendo sujetada por las muñecas con una cadena que iba al techo, con un mago casi sacándole el cuero cabelludo con una mano y con seis personas de pie frente a ella, tres de las cuales ella había rezado para no volver a ver nunca más.

Ovejas NegrasWhere stories live. Discover now