Optimista y positiva

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Disclaimer: Si leen algo y les parece familiar, no es mío (y).

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Quizás debí ser más específica, pensaba Cassandra. El mensaje que había enviado con Mina a Hermione tenía como Intención calmar a los amigos de Harry. Después de todo, ella iba a rescatarlo y llevarlo de vuelta, y ellos ni siquiera tendrían que moverse de su lugar. Que no cunda el pánico, era el mensaje oculto.

Pero ahora que lo pensaba, su mensaje sonaba también un poco como una amenaza. "Voy en camino, tengo a Harry". Solo le faltó agregar el "preparen sus testamentos y piensen en sus epitafios". Por Merlín, a veces era muy tonta.

En su defensa debía decir que tenía prisa, pero buenas intenciones. Sólo esperaba que no la mataran los mismos amigos de Harry. Sería triste.

Por lo demás, a veces su nivel de optimismo lograba sorprenderla. No solo tenía que enfrentarse a su familia para sacar a Harry del sótano, sino que existía una alta probabilidad de que además Cassandra tuviese que vérselas con Voldemort, el mago más poderoso de la galaxia.

Con el bolso golpeándole suavemente el muslo, bajó las escaleras rápidamente, intentando no hacer ruido. Hasta donde sabía, en la casa sólo había cinco personas además de ella. Su familia y dos Mortífagos que se quedaban habitualmente en la mansión. Algo así como amigos de la familia. Cassandra no tenía ni idea como sus hermanos habían conseguido atrapar a Harry sin que toda La comunidad mortífaga se enterara. Pero cuando Voldemort se enterara que tuvo a Harry en sus propias narices durante horas y no logró hacerse con él, se armaría la gorda. Y su familia conseguiría la atención que siempre quiso, aunque no exactamente por los motivos que esperaban. "Cómo cavar tu propia tumba", por la Familia Lestrange. El próximo Best Seller.

Llegó al final de la escalera y se quedó unos segundos inmóvil, escuchando. No oyó nada así que giró hacia la izquierda y corrió por el pasillo. Ese pasillo tenía dos puertas, ambas hacia el lado derecho. La primera llevaba a la cocina y la segunda al gran comedor. Y, al fondo del pasillo, estaba la entrada al sótano, a las celdas y a Harry. Su destino.

Llevaba varios minutos sin escuchar gritos. Eran las 2:28 de la tarde, notó Cassandra, luego de mirar su reloj de pulsera. Debían estar tomándose un receso. Porque, claro, era tan cansador torturar a alguien. De verdad esa gente lo consideraba un trabajo, tenían horarios y todo.

Si estaban cumpliendo con la rutina (y Cassandra ponía todas sus esperanzas en que así lo hicieran), tendrían a una persona haciendo guardia en la entrada de las celdas, uno de los "amigos de la familia". Y la otra persona, el otro amigo de la familia, estaría "descansando" en la cocina. Su madre estaría probablemente buscando su mejor vestido y arreglándose el cabello para recibir a su gran y magnánimo Voldemort. Y sus hermanos, ni idea. Ese era su mayor problema. No sabía en qué parte del plan ponerlos.

Pasó por afuera de la primera puerta que estaba a su derecha, la puerta de la cocina, y escuchó voces. Eso significaba que al menos uno de sus hermanos estaba con el Mortífago agotado de tanto trabajar. Eso o el Mortífago en cuestión estaba loco y hablaba solo. Que a Cassandra no le habría sorprendido para nada.

Pasó silenciosa como una sombra por el frente de la puerta semi-abierta y siguió caminando por el pasillo, acercándose a la gran puerta que llevaba al comedor. Entró y se quedó quieta. Una enorme y elegante mesa ocupaba el espacio.

Además de la puerta que acababa de atravesar había otra puerta en la habitación. Una que conectaba el comedor y la cocina. Puerta que en ese momento estaba abierta de par en par. Podía arriesgarse a ser vista o podía volver y seguir por el pasillo directo al sótano. Enfrentarse al Mortífago que hacia guardia no sería tanto. Después de todo era uno solo y ella era buena haciendo magia. Pero ahí, frente a ella, al otro lado de la mesa, más allá de la puerta que daba a la cocina y detrás de un enorme arreglo floral, estaba la entrada al pasadizo que llevaba directamente a las celdas. Uno que nadie más que ella conocía.

Ovejas NegrasWhere stories live. Discover now