—iré con Lizzy un momento ¿de acuerdo? —aclaro Owen quitando su brazo de mis hombros, asentí con la cabeza y lo vi irse, la única que se encontraba era yo y un hombre al que no le había puesto atención.

Levante la mirada y camine hasta quedar a su lado.

— ¿conoció a mi madre? —pregunte sin quitar la vista de todas las rosas.

—la conocí más de lo que ella pensaba...

Sonreí, él conocía más a mi madre que yo misma.

Levante la mirada para poder preguntarle su nombre pero un brazo me jalo haciéndome retroceder.

—Te dije que te fueras— observe a mi tía sorprendida por su actitud.

El hombre no le obedeció y siguió observando el lugar en donde yacía mi madre.

—Eliza ¿Qué sucede? —preguntó Owen colocándose al lado de mi tía.

—llévate a Jade...

No entendía el porqué se comportaban de esa manera con el pobre hombre.

—tía ¿Qué sucede, por qué le has pedido que se vaya? —volví a preguntar pero ella no contesto nada y se dedicó a solo mirar al hombre.

Owen me tomo del brazo, intento alejarme pero me resistía a lo que sea que intentaban.

—No te la lleves... —dijo el hombre provocando que Owen se detuviera.

—no lo repetiré, vete antes que la confundas más de lo que esta—pidió mi tía.

— ¿de qué habla? —pregunte al hombre.

Su mirada se dirigió hacia mí, sus ojos era como ver los míos en un reflejo.

No podía ser él...

Me aparte de Owen con brusquedad y me acerque a mi tía.

—Eliza...—mi corazón golpeaba demasiado rápido y tenía miedo de caer— dime... di- —no podía crear ninguna palabra y sentía que todo daba vueltas.

—Jade... él es James... mi hermano...

Mi padre....

No supe en que momento llegue a mi antigua habitación, antes hubiese estado cómoda y feliz estar aquí, pero ahora cada vez que miraba este lugar podía sentir la incomodidad y el sufrimiento que he pasado sin darme cuenta.

Estaba sola, mire por la ventana, la noche había llegado.

James Stone, hubiese creído ver a Drácula presente, a todos menos al hombre que dejo a su hija, no era agradable haberlo visto y conversar con él.

Sonreí al recordar a Drácula, esto se estaba convirtiendo en una pesadilla, quería volver y él prometió que si lo hacía jamás volvería a dejarme ir, eso era lo que deseaba en estos momentos.

Salí de la habitación apresurada, al llegar al recibidor todos se encontraban ahí.

Owen se levantó del sofá al igual que James, mi tía bajo la mirada y Lizzy quien se encontraba ahí solo me observo para luego mirar hacia otro lavo evitándome.

—Jade... Tienen que contarte todo—dijo extendiéndome su mano.

—no he pedido que me cuenten nada, estoy bien sabiendo lo único que necesito. Uno, mi padre está muerto desde el día que tuve conciencia y no lo vi a mi lado—la mirada de James entristeció, sabía que mis palabras habían causado el más minino dolor y con eso me sentía satisfecha— y dos, ahora mi madre también lo está, no necesito saber más.

Camine hasta la salida, abrí las puertas y escuche su voz.

—No vengo por querer recuperar el tiempo perdido— gire al escuchar a James— vengo a decirte es importante, después de escucharme puedes hacer lo que quieras.

Owen nos guió hasta su oficina, nos dejó a James y a mí hablar.

Camine hasta la ventana y recargue mi cabeza en ella.

—habla ya porque necesito irme.

Él soltó una pequeña risa.

— ¿con quién? ¿Con el vampiro?

Levante la mirada ¿Cómo era que lo conocía? Él entendió que estaba confundida.

—creíste que estaba lejos, cuando en realidad estaba más cerca de ti de lo que estuvo tu propia madre.

—ella no se apartó de mí... Tú sí.

—tenía que hacerlo.

— ¿tenias? ¿Que cambia ahora?

—sé que caíste enamorada de Drácula, sabes... de todas las personas que pudiste escoger para enamorarte ¿tenía que ser precisamente el sobrino de la persona que intenta asesinarte?

— ¿de qué hablas?

—si me aparte de tu lado fue para salvarte, Jade... ¿has escuchado de la bestia?

Agache la cabeza recordando el día que fui atacada por ese animal.

—no entiendo a dónde quieres llegar, pero dime de una vez lo que quieres que sepa.

—quiero que huyas, no quiero que te pase nada, no podría perderte... eres lo único que me queda que proteger.

Me desespere.

— ¿¡Que hace aquí!? ¿¡Por qué llega como si fuese su hogar y como si nada hubiese pasado!? ¿¡Que hace aquí...!?

—Jade... Antes de que nacieras tu madre y yo teníamos un hijo, tu hermano.

—lo sé...murió por una enfer-

—no murió a causa de ninguna enfermedad... Jade, a tu hermano lo mato Carlo, Carlo Collins.

—no tengo porque creerle.

Camine hasta la puerta pero él tomo mi brazo con fuerza.

—mato a mi hijo por mi culpa, y ahora te matara a ti, apártate de los Collins, por favor...

— ¿Por qué?

—porque buscan a la persona que lleve mi sangre, te negué y te sigo negando como mi hija.

Sentí dolor al escucharlo, por fin había aclarado mi duda, mi padre siempre me negó.

—suélteme

—Jade, te buscaran hasta matarte.

—No comprendo de que habla...—dije a punto de llorar— ¿Por qué se cree tan importante?

Él se quedó pensando, logre zafarme de su agarre y salí, llegue hasta las escaleras pero su grito me detuvo.

—buscan a la bestia, buscan mi sangre... —no camine más, lo mire inmediatamente esperando a que mintiera y que dijeras esas palabras solo para llamar mi atención— eres la única persona más cercana a mí, eres mi sangre y te cuidare de las garras de cada uno de los Collins, manchare mis manos de sangre solo para apartarte del peligro, eres de mi heredera, la sangre de la bestia corre por tus venas y no dejare que Collins tome a mi hija...

  —no camine más, lo mire inmediatamente esperando a que mintiera y que dijeras esas palabras solo para llamar mi atención— eres la única persona más cercana a mí, eres mi sangre y te cuidare de las garras de cada uno de los Collins, manchare mis ...

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La Institutriz de DráculaWhere stories live. Discover now