— ¿donde esta Drácula? —pregunte haciéndolo voltear.

Al verme sonrió.

— mejor lárgate si no quieres que te mate...

— tus amenazas no me importan, dime donde esta Dracula.

Se dirigió a su armario y lo abrió sacando las prendas de ropa que había traído.

Las tomo todas y las dejo en su cama.

— supongo que ya debió de haber llegado...

— no está en su habitación ni mucho menos en su oficina, dígame donde esta.

Saco una de sus maletas e introdujo toda su ropa.

— no lo sé— dijo con una sonrisa.

— miente... Pero creo que eso ya es costumbre suya.

— esta usted en lo correcto.

— deje ya sus mentiras y dígame en donde est-

Lowell camino hasta mí haciéndome retroceder, tomó mis brazos hasta hacerlos chocar con la pared.

— basta... Más le vale detenerse señorita Jade... No quiero lastimarla.

— suélteme...

Sus ojos recorrieron mi cuerpo hasta llegar a mis ojos.

Sonrió con interrogación para después soltarme con brusquedad y salir con su maleta.

Me quede inmóvil unos segundos hasta que reaccione que aún no me decía lo que quería escuchar.

Lo seguí escaleras abajo.

— ¡Lowell!— grite cuando estaba a punto de salir.

Giro fastidiado y alzo una ceja esperando que continuará.

— ¿acaso piensa volver a la mansión sin su familia?

— mi única familia murió a manos de mi hermano hace años atrás. Ellos no son mi familia, son solo basura que llevan el mismo apellido que yo...

— usted es una basura, una persona despreciable, ojala Dios tenga compasión de una persona tan miserable como usted— escupí molesta.

— la próxima vez la vea... No dude que la matare— sus palabras causaron un temor en mí.

Podía ver la furia en su mirada y como cada palabra era tan real.

¿Acaso era tan cruel como para apuñalarme a sangre fría?

— Adiós señorita Jade... La veré en el infierno...

La puerta se cerro sonando el ultimo eco de sus palabras.

Sofia estará triste al saber que el bastardo de su hermano se fue.

Siento lastima por Lowell, no se da cuenta de la valiosa familia que pierde.

Si esta casa era antes de los Collins, Sofia tendrá que saber en donde podría estar su hermano.

Camine hasta su habitación y abrí la puerta lentamente.

Me acerque a ella y observe que sus ojos seguían abiertos y con lágrimas en ellos.

— Sofia... No llores— pedí limpiando su lágrima.

— él se fue... Volvió a irse...

No sabia que decir, Lowell era un estúpido al no ver el daño que le causaba a las personas que lo querían.

— lo lamento... — dije acariciando su cabello— esperemos que vuelva, lo hará, sabe el amor que le tienes y sé que volverá, la familia es más fuerte cuando esta unida...

— no lo hará...

— si él no esta, yo si, tu hermano Drácula lo esta. Tienes a dos personas que te darán amor por el resto de tu vida, no llores más...

Ella sonrió y se levantó para abrazarme.

— gracias— susurro.

— no tienes porque darlas...

— está en el tercer nivel, la habitación del fondo que se encuentra en el pasillo que esta a la izquierda...

La aleje de mí con delicadeza y sonreí.

— gracias...

Salí de su habitación y me dirigí hacia donde estaba el conde Drácula siguiendo sus indicaciones.

Al llegar cubrí mi nariz, sentía un olor desagradable, no era fuerte pero sin embargo no estaba acostumbrada a percibir ese tipo de olores.

Llame dos veces a la puerta pero esta no abría, esta vez podía escuchar ruidos provenir de adentro.

— Drácula... Abre— pedí.

No espere dos veces para que la puerta se abriera y pudiera percibir más ese olor desagradable.

— ¿que quiere?— quería entrar pero su cuerpo cubría la puerta, su mirada estaba agachada y tenia puesta otra camisa, las manchas rojas aún se veían.

— ¿que te a sucedido?— pregunte preocupada.

— largo Jade.

— pregunte ¿que te a sucedido? ¿Po...por qué estas cubierto de sangre?

— eso no te importa... Te pido que te vayas.

Negué con la cabeza y empuje su pecho hacia adentro para después cerrar la puerta detrás de mí.

Me apresure y tome su rostro entre mis manos.

Cubrí mi boca oprimiendo un grito.

Su boca estaba manchada de sangre y sus ojos estaban rojos por lo que suponía habían sido lágrimas.

— ¿que...que...— no podía hablar.

Lo observa a él y la manera en la que se encontraba, mire su escritorio y en ella había una copa.

Creí que era vino pero el contenido era más rojo.

— Drácula... ¿Que es esto...?— pregunte mirando todo sin entender.
Retrocedía hasta llegar a la pared y me senté recostando mi espalda en ella.

Tome mi cabeza con fuerza esperando que todo lo que estaba viendo fuera una pesadilla.

La sangre y su aroma inundaban la habitación.

— lo lamentó... — lo escuche decir mientras se acercaba a mí.

Lo miraba caminar y arrodillarse enfrente de mí.

— no debiste ver esto..

Sin poder evitarlo deje salir las lágrimas que estaba conteniendo...

— ¿que eres? — pregunte con asco y miedo.

Drácula intento tomar mi mano pero antes de que lo hiciera me aparte.

— ¿que demonio eres? — pregunte levantándome asustada.

— Jade... Soy yo...

— ¡no!— negué — ¡tú...!

Mi corazón dolía al igual que mi garganta.

¿Que era él? ¿Que había pasado?

Intento volver a acercarse pero abrí la puerta y corrí alejándome de lo que ahora veía como una bestia.

Intento volver a acercarse pero abrí la puerta y corrí alejándome de lo que ahora veía como una bestia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

***
¿Que tal el cap?

La Institutriz de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora