Lectura 54. Un extraño olor.

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La palabra Omega es un completo misterio para estos tiempos. Últimamente se ha visto casos de varones o mujeres atacando a otros sin motivo alguno y el único testimonio de estos es... "Un extraño olor"

Golden es un detective bastante famoso, no trabaja para la fuerza policial por motivos personales, pero hace su trabajo muy bien. Contratado por innumerable tipo de personas que ya no le importa quién lo contrate, el solo quiere saber la verdad de cada caso.

Estaba saliendo de su oficina calmadamente luego de cerrar un caso de infidelidad, pero poco le importaba.  Lo que estaba en su mente en estos momentos era el caso de la policía... Con ayuda de sus dones pudo tener en sus manos el folder con todas los detalles de esa violación que ocurrió la noche pasada, pero que la misma policía dejo de prestarle atención porque la denuncia fue cancelada.

Era como cualquier crimen que un delincuente cometería, un poco de forzegeo y todo lo cliché para el; sin embargo, algo no cuadraba.

-¿Olor? ¿A qué?- Se preguntaba internamente al revisar el caso de un castaño, anotando mentalmente ir a visitarlo el día de mañana.

(...)
Era un departamento simple nada que destacar, se acercó al número de la habitación y despacio golpeó la puerta. Espero varios minutos pensando de que se había confundido de dirección, volvió a ver la diferencia de los papeles que tenía y el número de puerta, sin alguna duda... Esta era la casa. Una vez más volvió a tocar.

-Espere un momento porfavor.-
Una dulce voz se escuchó desde adentro y no pudo evitar sentir su corazón palpitar más rápido. Sintió un olor a caramelo y se sintió extraño cuando el pequeño castaño de ojos azules le abrió la puerta.

-Si... ¿Quien es usted?-
Sus ojos eran bellísimos y ese cabello era tierno. Su contextura era pequeña y si lo observaba bien aquel chico tenía una cintura preciosa.

Quizo abrazarlo y luego besarlo, pero se contuvo... No lo conocía, pero ya quería tenerlo en su cama.

-So-soy...- La voz se le quebraba y paso la saliva que se le estaba acumulando en la boca. -Golden... e-es un gusto.- Levanto la mano en señal de saludo, su contrario solo lo veía con una sonrisa sin intención algo que al rubio le pareció tierno.

-Soy Freddy, mucho gusto. ¿En qué puedo ayudarle?-
Joder... Ahora sí tenía un problema, uno muy grande. Se estaba exitando y no paraba de tragar su saliva.
Quería comerlo... Quería tenerlo... Quería poseerlo... Queria...
-¿Que sucede? Esta bastante rojo... ¿Tendrá fiebre? .... O no...-
La cara de Freddy fue de susto cuando se dio cuenta del día que era hoy...
-M-me tengo que ir.- Dijo deprisa para cerrar la puerta, pero alguien se lo impidió, levanto la vista para ver qué su invitado tenía los ojos de diferente color... Y estaba desprendiendo un olor muy fuerte.

-Tu no vas a ninguna parte.-
De inmediato se asustó por saber lo que iba a pasar.
El rubio que estaba siendo controlado por sus instintos ingreso a la habitación cerrando de tras de él la puerta.

Empezaron a retroceder ambos, pero las fuerzas de Freddy estaban flaqueando quería tirarse a sus brazos del anteriormente ojigris y abrazarlo toda la noche.

Y de un momento a otro el ojiazul cayó al suelo, sus piernas le habían flaqueado. Respiraba pausadamente dando grandes bocanadas de aire para recobrar la postura, pero no fue suficiente. El rubio se acercó a paso lento cuando escuchó una tercera voz en la habitación.

-Freddy donde rayos te has metido y que rayos está apestando.-
Rápidamente desvió la mirada al proveniente de la voz y lo que vio lo dejo confundido. El castaño y el pelinegro eran idénticos, solo el tono de cabello y piel los diferenciaba, pero en ese momento nada le importaba más que saber que otra persona estaba cerca del pequeño castaño.
-Oh no...- El ojinegro no sabía si salir corriendo en busca de ayuda o quedarse a ayudar a su hermano. Dio un paso hacia adelante y le sorprendió que el rubio no se abalanzó contra él para iniciar una pelea sino que había ido con su hermano para abrazarlo el intentar protegerlo.
-Vaya...- No era lo que esperaba... Cualquiera se hubiera abalanzado hacia su persona y luego ir a violar a su hermano porque estaba con el infernal celo.

-B-beso... Ah... Mgh...- Pedía Freddy entre gemidos a aquel que lo abrazaba, quería calmar su dolor y tranquilizar su mente...

Continuará...
Roosal_Inda

101 Lecturas Golddy y GoldFred FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora