Mi Contrato Favorito©+18 [TERMINADA]

C28

No logré ver cuantas chicas se me acercaron cuando iba apenas a entrar al baño, mi pobre vista ya de por si estaba muy mal, logré ver que una tenía el cabello rojo, lo bastante exagerado para considerarse normal, una de ellas era más alta que yo, de hecho la mayoría lo eran.

—Chica, ¿Nos invitas de tu bebida? —dijo la de cabello rojo. Apenas logre asentir, estaba tan mareada y cansada que si no se la entregaba, dejaría caer la copa, por suerte la agarró antes de eso. —Nos gustaría ayudarte a acabártela

—Creo que a ella ya le ayudaron —rió una, a juzgar por la cantidad de voces, debían ser tres la que me tenían rodeada en la entrada —Seguro Ricky le dio la especial.

El olor de jazmines de la chica pelirroja penetró en mi nariz, era un olor agradable, mucho mejor que la de mi bebida que entre las tres se estaban pasando, me recargue en la pared, estaba estaba fría lo que me hizo sonreír, no aguantaba el calor, además mis piernas adormiladas me impedían estar más de pie.

—¿De dónde vienes, chica? —me preguntó la pelirroja, detecte que su olor estaba más cerca, eso quería decir que se me fue apegando más.

—Soy amiga de Jordan —logré decir, ella agarró uno de mis mechones de pelo y jugó con el.

—Debes ser nueva, no te había visto y eso que yo conozco a todas —rió, yo también reí pero fue acto reflejo, todas lo hicieron al mismo tiempo. —Lo bastante cerca para de verdad conocerlas.

Quise mirarla a la cara, esperé estar haciéndolo cuando sonreí a medias, su olor me seguía confundiendo, apenas iba a hablar cuando una me pidió probar la bebida que entre las tres compartían, sabía casi igual al demonio azul pero este era rojo cristal, se me desbordó por la boca.

—Bébela, sabe mejor que lo que te dieron y está no trae nada. —la chica peliroja me la dio de beber como si se la diera a un niño de dos años, cuidando de que no se me derramara —Eso es, bébelo todo. ¿Rica verdad?

Asentí, hice una mueca de asco cuando pasó por mi garganta irritada, bruscamente tosí y ellas se rieron de mí, menos la de pelo rojo, quien seguía jugando con mi cabello, lo bastante cerca de mí, su aroma era lo único agradable.

—Tu perfume huele bien —balbuce un poco por la saliva se me acumuló en la boca.

—¿En serio? —por el tono de su voz, seguro debía estar sonriendo, no lo sabía, estaba todo borroso, solo detectaba luz y sombras, acercándose y alejándose de mí. —¿Te gustaría olerlo bien?

—Hum...—fue lo único que puede decir, el reflujo me subía por la garganta, no quería abrir la boca.

Se me acercó mucho, no logré ver sus facciones pero no fue complicado adivinar que era modelo, bajó un poco sus piernas para que su cuello quedara cerca de mi nariz, inhale un poco y ella se carcajeó, no supe donde poner mis ojos, todo me daba vueltas y me dolía la cabeza que perdí control de mis propias palabras y de mis actos.

—Deberías beber más de tu demonio azul, te sabrá mejor con esto —comentó la pelirroja, volvió a darme de beber como si fuera un niño y cuando se me derramó otra vez, no supe si me tomó por sorpresa o no que ella detuviera el liquido que salía de mi boca con sus labios.

Perdí control de verdad de todos mis actos, no pude reaccionar, lo único que podía percibir era la sensación suave de sus labios, besándome y yo ya no supe si le respondí o no, me abrazó por la cintura, alejándome de la pared, las otras dos chicas aullaron y nos dejaron correr sus bebidas en nuestros rostros y este se deslizaba, ella sorbía de mis labios y del alcohol al mismo tiempo.

No comprendí nada, hasta después que ella metió su lengua en mi boca, yo estaba apoderada por el alcohol y lo que sea que la bebida que me dio Jordan y estás mujeres debía tener, me aferré a su cintura para no caerme, estaba tan débil, tan cansada que ella hizo lo que quiso conmigo y yo por impulso hice lo que ellas querían que hiciera.