Mi Contrato Favorito©+18 [TERMINADA]

C14

—Tú y yo no somos iguales, no creo que tengamos nada en común, no encajo en tu mundo, lo mejor es que no nos sigamos viendo ni que seamos amigos. Debí habértelo dicho desde un principio pero no pude hacerlo, creí que...

No pude decirlo, había creído que esto funcionaría, que podíamos ser amigos al principio y tal vez algo más pero fueron ilusiones fuera de lugar, no existía la posibilidad de que yo pudiera encajar en su mundo.

—¿Qué? ¿Creíste que? —me apremió a decirlo, me ganó el querer decirlo pero solo duró unos instantes, no quería que se quedara.

—Nada, simplemente creí que todo esto por fin se había terminado y de hecho así parece, ya no me debes y ni yo te debo nada. Adiós.

Quise irme pero siguió jalándome del brazo, a la vez quería que me dejara ir y a la vez no, me engañaba a mí misma, no quería alejarme pero ya era prueba suficiente que nosotros no éramos tal para cual.

—No se ha terminado, Amber, no quiero dejar de verte, solo estás molesta conmigo por haberte abandonado casi una semana completa pero la realidad es que estaba celoso, por eso no te llamé ni contesté tu correo electrónico —yo estaba sorprendida en lo que él intentaba continuar —Perdóname, no quiero separarme de ti, eres lo único diferente y auténtico que conozco, no me hagas esto.

No supe que decir, yo seguía firme a mi decisión pero con su expresión lleno de tanto dolor y que me estaba rompiendo el corazón, otra vez me era difícil decirle que no. Hice un gran esfuerzo e ignoré su intento por atraerme de nuevo.

—Lo mejor es mantenernos lejos, en serio, te agradezco la oportunidad que me diste pero no puedo seguir con esto.

—¿Por qué? —me preguntó, su voz manifestaba mucha dolencia, el verde de sus ojos se opacó, volviéndose de un color casi gris.

—Porque no quiero salir lastimada en todo esto y cada vez que te acercas a mí es lo que siento. Es una alarma en mi cabeza que se enciende cada que te veo y ya me he arriesgado suficiente, no hay que llevarlo más lejos, por el bien de los dos.

Frunció el ceño, esforzándose en comprender mis palabras, por un momento creí que se rendía pero era solo su consternación.

—¿Crees que soy una amenaza? —esperó a que dijera algo, me callé, rió sin gracia y pensó en cómo arreglar esto mientras se apretaba los labios, en un momento inesperado, clavó sus ojos a los míos, conseguí petrificarme otra vez escuchando solo su voz aterciopelada, acercándose —Tú y yo sabemos que tenemos algo más que una amistad, lo entiendes tanto como yo que sí no significaras tanto para mí no tendría las ganas de seguirte a todos lados ni de mantenerte cerca de mí, tú crees que solo te quiero para follarte una vez y dejarte como a una más pero escúchame atentamente, Amber, nunca he rogado tanto en mi vida como lo hago ahora, quiero que te des cuenta que tú no necesitas pertenecer ni encajar en mi mundo, tú eres mi mundo. Me he enamorado de ti y no voy a lastimarte, jamás.

Creí que saldría librada de esto pero después de escuchar lo que tuvo que decirme ya no me permití engañarme, sí, claro que yo también me había enamorado de él, me había mostrado un cambio radical en su forma de ser, nunca imaginé que detrás de esa cara engreída y actitud mezquina se podría esconder un hombre atractivo, dulce y que además pudiera sentirse atraído por mí, era demasiado bueno para ser verdad, debía estar soñando.

Si me mentía lo estaba haciendo muy bien pero a juzgar por su sonrisa y sus ojos que despertaron el más profundo y lejano sentimiento, pude encontrar sinceridad, también humildad, al parecer no mentía.

—¿Estás hablando en serio? —pregunté, atónita, era la primera vez que me sentía correspondida pero no podía creer que era él quien quería ser correspondido.