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Era otro día monótono para el de rojo que no sabía si el Sol se encontraba en lo alto, o en cambio, si estaba la Luna.
Pasaron varios días y noches en desvelo, tratando de arreglar aquello que Tom había descompuesto.

Sus uñas sangraban después de haberlas mordido varias veces, además de que hacía falta piel en sus nudillos y dedos, su sudadera estaba sucia, al igual que su cabello; sus ojos se encontraban muertos de cansancio, cargando bolsas debajo de sus ojos.

Los días en ayuno provocaba en él un dolor de cabeza potente, pero su sufrimiento terminaría pronto, pues estaba a punto de terminar.

—¡Tord!— nombró Matt mientras entraba a su cuarto, al mismo tiempo que hacia gestos de asco, pues el hedor de sudor se encontraba dentro—esto huele a basura— se quejo mientras tapaba su nariz con dos de sus dedos— Edd quiere que bajemos todos— avisó, viendo hacía todas partes.

—Después de que termine iré— su atención se centraba en su creación, sin embargo, escuchaba al contrario.

—Pero Edd dijo que era urgente— recomendó el más alto, devolviendo su vista al de rojo después de que nada le llamará la atención— recuerda que no ha vuelto desde ayer, ¡es una sorpresa! ¡Tal vez iremos de vacaciones!— se emocionó, sonriendo de oreja a oreja, pero el de rojo solo chasqueo.

—¡Dije que después iría!— elevó la voz, para después suspirar— en unos momentos iré Matt, ¿podrías porfavor dejarme solo para terminar esto?— sonrío tranquilo, calmando al contrario y aceptando, para luego irse.

Pasando varios minutos, por fin había terminado, sintiendo un gran alivio.
Sin embargo, aún no podía descansar, pues faltaba enviarlo a su trabajo, además de que necesitaba bañarse e ir abajo como se lo había dicho a Matt.
Todo esto tardo en hacerlo aproximadamente en una hora, hasta salir del baño con su ropa típica pero ahora limpia.

Miró hacia su cama, pensando en dormir, pero hasta un desgraciado como él tenía curiosidad en lo que Edd diría, pues al contrario de todas las veces que los llamaba, ahora sonaba serio.

Pesadamente movió sus pies para caminar hacía las escaleras y bajar escalón por escalón.

Al llegar a la planta baja, se dirigió al sofá donde estaban Matt y Tom, faltando únicamente el anfitrión.

Aveces es mejor lo monótono.

InestableWhere stories live. Discover now