49

579 52 237
                                    

Habían transcurrido unos meses desde la vez que fuimos al cine. Todo este tiempo he estado en el departamento de Tord, haciendo los mandados y ayudando con la casa... ¿por qué siento que me he vuelto ama de casa? Mierda, posiblemente sea la verdad.

Además, ha sido demasiado jodido. Tord no ha salido de aquí en ningún momento, así que tengo que mirarle la cara las 24 horas al día en los 7 días de la semana. Es demasiado sorprendente que ambos sigamos vivos e incluso es más sorprendente que ahora las peleas ya no sé trata de matarnos, si no de molestar el uno al otro.

¿Qué diablos está pasando?

Mire en dirección a Tord. Él está sentado en el comedor, comiendo la pizza recalentada que habíamos encargado el día de ayer por la noche.
Parece que sintió mi mirada, pues pasados unos segundos miro hacía mi.

—¿Qué?— preguntó con el ceño fruncido y con un trozo de la pizza en la boca.

En repuesta negué con la cabeza y él volvió a centrar su atención a su comida.

Si hubiera sido en el pasado, mi cabeza estuviera siendo apuntada con un arma hasta decir mis motivos hostiles hacía él y yo me habría burlado de él hasta ser golpeado para que Edd al final detenga la pelea.

Pensándolo así, me siento enfermo por alguna razón. Ahora incluso no peleamos demasiado, si no que no me siento molesto al verlo.

¿Somos amigos?

Me golpee la cara, y debido al impulso, me caí del sofá causando ruido.

—¿Eres idiota?— preguntó Tord con un tono de burla y mirándome con la cara confundida.

Me levanté mientras me apoyaba en el sillón nuevamente.

—Posiblemente— conteste al recordar lo que estaba pensando, ¿qué mierda sucedía conmigo? ¿Quiero morir o pedir que me maten?—iré al bar.

–Mhm.

....

Trago tras trago había hecho entorpecer mis movimientos, sobre todo mi mirar. Las cosas se movían, los lugares cambiaban sin que yo recuerde haberlos pisado.
¿Cuántas botellas habré tomado? ¿Eso me importa? Definitivamente no, nunca ha importado y no creo que nunca me importe.

Miro hacia adelante, queriendo identificar dónde estoy, sin embargo, las calles oscuras hacen desconfiar de mi paradero. ¡Ja! Había olvidado esta sensación, ¿es por haber olvidado ir al bar? ¿Puede ser eso posible? No, no, no, no... De ahora en adelante volveré a ir, así veré menos la cara de ese maldito psicópata. Jamás aceptaré pasar demasiado tiempo con él, ¡jamás! Incluso si vivimos en la misma casa, incluso si solo estamos él y yo en ese lugar. Solo me alejaré en cuanto Edd vuelva a la normalidad, eso es lo que pasará.

Quise suspirar de alivio, pero mi garganta trago en seco cuando el aire frío barrio mi piel, provocándome escalofríos incesantes en el transcurso de mi camino.
La desesperación invadió mi cuerpo y pronto mis manos se volvieron sudorosas y temblorosas.

¿Qué es esto? ¿Alguien me persigue?

Mire hacia atrás en pánico, pero todo era vacío y oscuro.

Maldición, maldición, maldición, ¿por qué tengo miedo? Es como si mi mente me gritara que corriera... ¿Es un efecto del alcohol?

Acelere la velocidad.

Miedo a perder, a no volver...







InestableWhere stories live. Discover now