Paranoia [Teen Wolf]

Epílogo

Epílogo

Estos días, después de la partida de Isaac, del señor Argent y de Ethan (que simplemente desapareció, sólo se despidió de Scott), estuve ayudando a Stiles con su cuarto. Quitamos todo pedazo de investigación que tenía en su corcho, sobre la Casa Eichen y demás teorías sobre el nogitsune. Era una forma de tratar de pasar de página. Él seguía sin hablar demasiado, yo tampoco. Pero no necesitamos hablarnos para saber qué está pensando el otro. Lentamente nos vamos curando. Es complicado, especialmente cuando tu mejor amigo está llorando la muerte de su primera novia. Papá hace lo posible para estar ahí por nosotros, se está tomando más descansos y respetando sus horas de trabajo. Sé que no sólo lo hace para cuidarnos, sino porque él también quiere tener un tiempo para él mismo. El que el zorro japonés nos haya engañado con la enfermedad de mamá... Hizo resurgir muchas cosas que teníamos enterradas en nuestras mentes.

Tuve el valor de contarle a papá y a Stiles sobre lo que Melanie Deaton me enseñó en nuestro último encuentro. Nunca me atrevía a mencionar demasiado a mamá con papá porque sabía que a él le dolía probablemente más que a mí. Pero Stiles y él merecían saber lo que descubrí de mamá. Toda esa tarde estuvimos hablando de mamá. Sobre memorias graciosas, algunos secretos de ella y finalmente, cuánto le extrañábamos. Algo cambió, no sólo hablamos de ella, reímos sobre anécdotas que habíamos olvidado, recordamos con ternura algunos hábitos de mamá y hablamos con suavidad de su persona.

Fue la primera vez que papá habló de mamá sin tener una botella de alcohol a su lado.

Festejamos el cumpleaños de Stiles y el mío, ya que cuando realmente fue el día, ambos estábamos desaparecidos y poseídos por un espíritu japonés. Cosas que pasan. Scott vino, se veía mejor que la última vez que le vi. Sabía que seguía llorando por Allison, todos lo hacemos, pero estaba mejor, podía notarlo. Lydia y Kira también fueron invitadas. No hicimos demasiado, una cena pequeña junto con Melissa y papá. Soplamos las velitas, abrimos algunos regalos y la pasamos bien.

Usé el collar de Allison, lo acaricié varias veces en la reunión. Pretendía como si estuviera ahí conmigo. Derek también vino, incluso trajo algo de comida para la cena. Fue una extraña reunión, pero tanto Stiles como yo la pasamos muy bien. Cuando todos se fueron, Derek escaló hasta mi ventana, donde me ayudó a subir al techo. Con Stiles lo hacíamos de pequeños, hasta que una vez yo caí y me rompí la clavícula. Después de eso, me dio algo de miedo volver a subir al techo.

Nos quedamos viendo las estrellas por un rato. Derek tomó mi mano y no la soltó en ningún momento. Me pareció ver una estrella que brillaba más que el resto, se lo comenté. Él me dio la razón, diciendo que era curioso.

—Sí... Curioso. —dije con aire pensativo. Volví a acariciarme el collar.

Stiles y yo volvimos a empezar las clases regularmente. Scott aún no aparecía en ellas, nadie esperaba que lo hiciera con rapidez. Tal vez Kira sí, se podía ver que estaba ansiosa y con ganas de ayudar, aunque no sabía bien cómo. Se juntó bastante conmigo y yo aprecié el gesto, ella era buena chica. Con suerte, en poco tiempo, se convertiría en una muy buena amiga.

También me sorprendió ver a Malia en el instituto. Se sentó conmigo en su primera clase de Historia, me sentí halagada. Me reconoció al instante. Ella se veía mucho mejor, sus ojos marrones tenían un brillo que antes no. Su pelo estaba más claro y no dejaba de mostrar una gran sonrisa. Parecía emocionada de haber recuperado su vida. Al menos, no me amenaza cuando le recuerdo que volvió a ser humana, eso es progreso. (Tenemos algunas pequeñas discusiones en la hora del almuerzo. Malia tiene algunos hábitos de coyote que... Digamos que costarán deshacerse de ellos). Ella y Stiles se juntan bastante, creo que hay algo ahí que puede florecer.

Lydia y yo también nos juntamos más. Supongo que sin Allison, las dos sabemos apreciar la compañía de la otra, incluso si somos bastante diferentes. También empecé con las clases particulares con Deaton. Al principio me volvió a enseñar sobre las leyendas, para luego pedirme que dijera todo lo que recuerde que pudiera hacer con mis habilidades. La primera tarea en nuestra lista de "Qué hacer para mejorar como hamingja" fue aprender a hacer el sondeo telepático. Aún me cuesta hacerlo.

Las cosas cambiaron. Personas se fueron y personas vinieron. Lo importante es que seguimos juntos. Y que seguiremos unidos, no importa la distancia.

Somos una manada. Y entre nosotros, nos cuidamos. Eso es lo que hacen las familias.

FIN