33. Corre, cariño, corre.

4.3K 438 107
                                    

33. Corre, cariño, corre.

Íbamos en silencio. Stiles nos llevó en el Jeep para luego él ir a casa para buscar algo de papá así nuestros amigos lobos pueden usar su olfato en él. La última vez que viajé en el asiento trasero con Lydia, estábamos yendo a la casa de Scott porque Derek creía que la pelirroja era el Kanima. Eran tiempos más fáciles... Creo.

Ethan iba adelante con mi hermano. Stiles no confiaba en él, aún cuando Scott e Isaac confirmaron que decía la verdad. No le culpo, después de todo lo que ocurrió tampoco confiaría demasiado en los gemelos.

Al llegar a la esquina de lo de Derek, Stiles detuvo el auto y me miró tras el espejo retrovisor.

"Ten cuidado" decía su mirada. Le di una pequeña sonrisa con un asentimiento. Luego me quedé mirando sus ojos. "Tú también."

Lydia, Ethan y yo bajamos el auto. Vi cómo el Jeep desaparecía en la calle oscura y luego seguí a la pelirroja y al gemelo dentro del edificio.

La verdad es que estaba algo nerviosa (más allá de lo que pasó en la clínica animal o el tema de los sacrificios). Me sentía nerviosa por Derek. Porque le confesé algo muy importante a través de un mensaje de voz. No quería hacerlo así, pero podría haber sido la única vez que pudiera hacerlo.

Ethan abrió la puerta usando su fuerza lobuna. Lydia pasó primero. Sentí un escalofrío al recordar que la última vez que estuve con Ethan aquí, él y su hermano me tenían con sus garras y tuve que presenciar la muerte de un amigo. Miré alrededor antes de bajar la mirada y esperar que los lobos presentes no supieran de mi cambio de humor. Logré ver a Peter y a Cora, sana y salvo. Eso me relajó un poco. Derek pudo salvar a su hermana, sin morir en el intento. Eso era buena noticia. Pero no era una buena noticia que ahora fuera Beta de nuevo. No por el estatus, sino porque dos Alfas vendrían dentro de poco para destrozarle y Derek tal vez no pueda defenderse. Eso me hizo levantar la mirada y enfocarme en mi misión: salvar a Derek.

-Sarah... -escuché que él dijo. Su mirada se aflojó en el instante en el que sus ojos verdes chocaron con los míos. Admito que me sentí un poco más aliviada al verle. Sin importarme lo que podría decir el resto, caminé hacia él y le rodeé con mis brazos. Le abracé fuerte. Me había guardado todo el miedo que tenía de no poder volver. De no volver a verle-. ¿Te encuentras bien? ¿Qué pasó? -preguntó él, aún envolviéndome en sus brazos. No me di cuenta de que solté unas lágrimas hasta que oculté mi rostro en su hombro y me mantuve firme contra su cuerpo.

-Me alegra tanto de verte. -susurré intentando que no se me quebrara la voz. Unos segundos más tarde me separé de él. Miré su rostro, esperando una respuesta al mensaje de voz. Él me miró con confusión.

-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar buscando a tu...?

-Un pequeño cambio de planes. -le respondí. No mencionaría el mensaje hasta estar a solas con él (aunque con otros dos hombres lobo y una mujer lobo en la sala era casi imposible estar a solas). Supongo que es lo que él quiere también, sino ya hubiera dicho algo-. Tienes que irte.

-¿Disculpa? -cuestionó aún más confuso. Miró a Lydia y a Ethan sin comprender del todo.

-Kali y Aiden. Ellos vendrán aquí a atacarte. -respondí. Derek no aflojó su ceño, seguía rebuscando algo en su mente. Ethan tomó unos pasos hacia delante.

-Tiene razón, Derek. -mencionó el gemelo Alfa-. Sabemos del eclipse lunar. No creas que Kali estará sentada esperando que éste equilibre la pelea. Ella vendrá, con mi hermano a su lado.

Paranoia [Teen Wolf]Where stories live. Discover now