34. Tres Alfas y un darach

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34. Tres Alfas y un darach

—¿Dónde está?

Kali nos fulminó con la mirada. Aiden apareció detrás de ella, observando a su hermano gemelo con una mirada dura. Como si le estuviera regañando en silencio. Ethan y Lydia se miraron entre sí antes de dirigir sus ojos a mí. No ha pasado demasiado tiempo, tal vez media hora o casi una hora desde que Derek y Cora se fueron. Probablemente todavía no estuvieran afuera de la ciudad.

—Dijo que iba a hacer unas compras y unos recados. —respondí con una sonrisa falsa. Kali clavó sus ojos en mí. Alguien le debería decir que es una mujer lobo, no Superman con su visión de láser—. Ya sabes, una tarde normal en la vida de un hombre lobo. —insistí.

Sé muy bien que no es una buena idea cabrear a la Alfa con un fetiche de pies. Pero me importaba poco y nada, mi objetivo principal es alejarle de Derek. Mientras más tiempo pase intentando fulminarme con su visión láser inexistente, más tiempo tiene el lobo gruñón para escapar.

—¿Con quién crees que hablas? —gruñó Kali. Lydia se colocó levemente delante y le miró con la misma intensidad pero a la vez gracia.

—Claramente con alguien que requiere una pedicura inmediatamente —le contestó la pelirroja—. Con gusto te recomendaría a alguien.

La mujer Alfa pasó su mirada mortífera de mí a Lydia. Pero después se giró y observó al gemelo que estaba de su lado — ¿En serio?

Aiden dio a lucir sus colmillos recién salidos. Sé que él y Lydia tuvieron algo y que recientemente ella pareció darle fin de manera definitiva. Pero estaba claro que la pelirroja sentía algo por el gemelo malvado y vice versa. Por lo tanto, era de esperarse que él tome una postura defensiva en cuanto a Lydia.

—¿Alguien tomó su objetivo muy en serio, no? —prosiguió la mujer morena. Aiden mantuvo su mandíbula dura, los colmillos de lobo ocultos detrás de su boca humana.

—Ella no es el problema. —respondió Aiden, refiriéndose a Lydia.

Por lo que entiendo en la situación Aiden no dejará que Kali toque a Lydia, pero ¿y a mí? Quiero creer que Lydia y yo somos un paquete. Si protege a ella, también me protege a mí. Sé que no le caigo muy bien a tal gemelo, pero espero que no me odie lo suficiente como para dejarme como carnada fácil ante Kali.

—Quizás el problema es a quién le eres leal. —gruñó ella. Aiden no se movió de su posición, pero estaba claro que las cosas no terminarían bien.

—Cielos, esto se va a ponerse violento, ¿no? —preguntó Lydia murmurando hacia Ethan y a mí.

—Probablemente. —respondimos en voz baja ambos.

Por suerte no presenciamos tal pelea. Porque de repente los tres lobos del lugar de quedaron estáticos, paralizados. Derek hace lo mismo cuando quiere escuchar con atención a un sonido en particular.

Y antes de que alguno lanzara algún rugido, escuché vidrio romperse.

No fue hasta unos segundos más tarde que noté que Jennifer había caído literalmente del cielo. Rompiendo el gran ventanal que cubre el techo en su camino. Ethan logró agarrarnos a Lydia y a mí antes de que algún cristal nos hiciera daño. Los tres caímos al suelo, cerca de una de las columnas.

Paranoia [Teen Wolf]Where stories live. Discover now