48. Stranger dreams

3.8K 360 43
                                    

48. Stranger dreams

Lo primero que sentí fue frío. Pero mi cuerpo no tiritaba. Lo sentía pero a la vez no. Lo cual ya de por sí era extraño.

No reconocí el lugar en donde estaba. Las paredes eran altas y de concreto cubierto de moho. Habían mínimo diez camas marineras hechas con barrotes de metal verdes y colchones de apenas centímetros de grosor. Parecía la gran habitación de un campamento, pero más... Más militar.

No había nadie ahí. Ni una mosca. Estaba parada en frente de las camas marineras, con mis brazos cruzados tratando de calmar el frío que sentía. Miré con confusión la sala.

Un rugido áspero, de humano, me heló la piel. Más de lo que ya estaba. Me giré hacia el sonido. Detrás de mí había un gran ventanal. Afuera se podían ver grandes camiones pintados de verde oscuro, cajas grandes que parecían contener comida y ropa y otros edificios similares al que yo estaba. Pero no es eso lo que más me preocupaba. Sino que justo en frente de mí, a unos diez metros, había una figura. Tenía una campera de cuero marrón oscura, unos pantalones y botas militares. Pero lo más extraño era su rostro. Todo envuelto en una venda blanca (amarilla en algunos sectores). No había cavidad para sus ojos, ni su boca, ni su nariz. Podría confundirse con un maniquí. Si Stiles no estuviera a su lado.

Mi hermano estaba parado estáticamente al lado del hombre sin cara. Fruncí el ceño sin comprender lo que estaba viendo. ¿Se supone que Stiles conoce al sujeto? No lo sé. Los ojos de mi hermano estaban clavados en los míos. Tenía una mirada decidida. Ojeras profundas y rosadas. Incluso estaba más pálido de lo normal. Me empecé a preocupar.

Observé que una de las manos de mi hermano estaba atada con la del hombre sin rostro. Era una atadura simple con tela, nada de metal. Mi hermano pareció notar que miraba la unión. Observé sus ojos. Más oscuros que de lo normal. Tal vez es por la noche del cielo.

Me sonrió de costado. Alzó su mano libre y rápidamente chasqueó los dedos.

Sin siquiera parpadear, me encontré en un lugar completamente distinto.

Me estaba moviendo. Pero no podía controlar mi cuerpo. Era como si sólo pudiera observar desde mis ojos. Intenté detenerme, pero mis músculos no seguían mis órdenes.

Mi cuerpo estaba caminando por el estacionamiento del instituto. No sentía el frío de la noche, ni el pavimento rugoso debajo de mis medias. No sentía nada ni estaba en control. Sólo podía observar.

Caminé hacia las puertas de en frente. Mi cuerpo alzó una mano y de un rápido movimiento, las puertas se abrieron. Pasé hacia adentro. Seguía caminando por el largo pasillo de los casilleros. Hasta que me detuve en cierto punto.

Mi cabeza viró. Me encontré con el casillero de mi hermano en frente de mis narices. Lo reconozco por el número en la placa y por la pequeña abolladura a un costado, producto de Scott sin darse cuenta de su fuerza de lobo. No sé por qué pero sentía que era importante. Que estaba haciendo algo importante.

De repente, mi cuerpo alzó la otra mano. Y pude ver que tenía algo plateado en ellas. Creo que son unas llaves pero no estoy segura.

Mi otro brazo se levantó y abrió el casillero. Sé la combinación de Stiles desde que entramos al instituto. Él se la pasa tomando mis cosas por accidente y como consecuencia me tuve que aprender su combinación para evitar reprobar en mis clases. Con sencillez puse nuestro cumpleaños y el de papá. Presioné la manija y la puerta se abrió.

Dentro no había nada en especial. Cuadernos y libros. Una foto a un costado de Scott, Stiles y yo; y un sticker de Batman en la esquina derecha. Mi mano dejó lo que tenía en el casillero. Escuché el eco del golpe entre ambas piezas metálicas. Pude observar con exactitud que dejé las llaves de Stiles en su casillero.

Paranoia [Teen Wolf]Where stories live. Discover now