28. Retirados, sí. Indefensos, no.

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28. Retirados, sí. Indefensos, no.

Llamé a Allison en el camino. Ambos Argent se encontraban en su respectiva casa después de todo el lío del hospital. Al parecer Allison y su padre habían ayudado en el plan de sacar a Cora del hospital, junto con Isaac.

Stiles condujo con suma rapidez, en diez minutos ya nos encontrábamos bajándonos del Jeep y entrando al edificio de los Argent. Allison nos abrió la puerta de su casa ni bien pisamos el pasillo que daba a los departamentos.

—¿Están seguros de que era mi apellido? —interrogó Allison dejándonos pasar.

Stiles y yo nos miramos — Muy seguros. —asentimos al mismo tiempo. Allison parpadeó sorprendida y luego asintió con la cabeza.

—Bien, papá está aquí. Hay que armar un plan.

Caminamos hacia una de las puertas más cercanas. No había venido demasiado a la casa de Allison desde que se mudó, así que la mayoría de las puertas daban a lugares que no conocía. Sólo sabía que la puerta del final del pasillo era la de su cuarto.

Chris Argent salió de una de las puertas a mi costado. Di un pequeño saltito por la sorpresa. Nos saludó con un simple movimiento de cabeza y fue hacia adelante de Allison, como si fuera la mamá pato que guiaba a sus patitos por el lugar. La analogía me dio gracia.

Debo admitir que el padre de Allison aún me daba algo de miedo. Me cuesta sacar el sentimiento de que él atacó a Derek en una estación de servicio. Como también me cuesta olvidar que quiso matar a Scott en un momento. Claro que después de descubrir que su psicótica hermana mató a los Hale, se puso de nuestro lado. Sabía que era de los buenos, pero aún me daba un escalofrío cuando estaba cerca de mí. Es un hombre intenso.

—La palabra es guardián, Allison. Más que nadie, tú sabes que no he estado cumpliendo ese rol últimamente. —mencionó el señor Argent caminando hacia una puerta en particular.

—Pero se llevó a la madre de Scott y al padre de Sarah y Stiles. No puede ser una coincidencia. —exasperó la muchacha. El señor Argent abrió la puerta y entró al lugar, Allison le siguió dentro y nosotros a ella.

La sala parecía un estudio. En el centro había un escritorio de madera oscura con un símbolo de color más claro. Había lámparas de época sobre él y una gran biblioteca a un lado. Todo el estudio me daba una vibra antigua pero a la vez elegante.

—Sí, eso y también hay que considerar el hecho de que alguien puso su apellido con letras enormes en las puertas del ascensor. —explicó Stiles moviendo sus manos demostrando cómo habían escrito el apellido de ambos cazadores—. Eso parecía como una advertencia para mí.

Allison asintió — Creo que puede ser Morrell. —indicó con las manos sobre el escritorio, mirando a todos con determinación—. Ella sabe mucho más de lo que dice y puede que nos esté intentando ayudar.

Tiene sentido. Cuando Deaton desapareció, ella fue quien nos indicó que fuéramos con Lydia, quien después nos llevó hacia el trabajo de corrientes telúricas de Danny y así pudimos salvar al veterinario. Sé que Morrell es un druida o maga o algo porque trabaja con los Alfas. Creo que es la emisaria de Deucalion, pero también sé que no quiere serlo. O al menos ya no más. Por eso nos ayuda con estas pequeñas pistas.

—Pues tendría que hacerlo con más rapidez, ¿si? —exasperó Stiles, moviendo sus manos frenéticamente por acto de instinto ante sus nervios—. Siendo el eclipse lunar en menos de dos malditas noches.

Paranoia [Teen Wolf]Where stories live. Discover now