Paranoia [Teen Wolf]

72. Coup de foudre

72. Coup de foudre (1ra parte)

Hace unas cuantas semanas atrás...

Entré a su cuarto. Lo había cambiado un poco desde la última vez que vine. Corrió unos cuadros de lugar, incluso puso más fotografías en su escritorio. Me emocioné un poco al ver una de mí, ella sonreía hacia la cámara mientras yo le daba un beso en su mejilla.

Recuerdo el momento en el que sacamos la foto, fue una vez que fuimos al cine antes de que ella partiera hacia Francia. En la misma salida, me contó que se iría y que en las vacaciones debería ser la amiga de Lydia e ir de compras con ella. A lo cual me quejé como niña pequeña. Allison terminó comprándome helado como compensación. Y bueno, uno nunca dice que no al helado.

Allison entró después de mí, con una bandeja. Sobre ella habían dos tazas con chocolatada caliente y una compotera con galletitas dulces. Era ya como una costumbre estudiar con una taza de chocolatada y algo dulce para picar. Me acerqué a su cama y quité los dos bolsos del medio para que pudiera poner la bandeja ahí.

Me entregó una de las tazas y luego la otra la tomó para ella — Me gusta lo que hiciste con el escritorio —indiqué después de un sorbo de chocolatada.

Ella asintió — En mi otro cuarto no había puesto tanta decoración y cuando papá dijo de mudarnos a un lugar más pequeño, me di cuenta de que no había personificado mi cuarto. No parecía mío. —me explicó mirando las fotografías. Había una de su mamá y su papá con una tierna bebé, que supongo que sería ella. Otra reciente con su papá. Una con Scott y con Stiles, otra con Lydia y la que estaba conmigo más al frente—. Entonces decidí darle un poco de estilo Allison a mi nuevo cuarto.

—Me encanta. —le volví a decir con una sonrisa—. Yo también tengo algunas fotos con mi papá y Stiles en mi cuarto. Ahora me siento mal por no tener una contigo. —reí suavemente.

—Yo te conseguiré una. La enmarcaré en el más lindo cuadro y te la regalaré para tu cumpleaños.

—Falta mucho para mi cumpleaños.

—¿Acaso no puedes esperar a tener una foto conmigo en tu cuarto? —insinuó ella con una sonrisa. Rodé los ojos, pero a la vez riendo.

—No me queda otra que esperarte. —mencioné mientras dejaba la taza en la bandeja y buscaba mi bolso—. Por ahora, Argent, deberás enseñarme francés.

—De acuerdo —me sacó la lengua jueguetonamente—. Saca tu cuaderno, alumna Stilinski.

—De acuerdo, profesora Argent.

—Oye, me gusta cómo suena eso. —indicó mientras sacaba su cuaderno—. Profesora Argent. —dijo con un aire soñador—. Tal vez me dedique a la enseñanza después de graduarme. ¿Qué dices? ¿Cómo suena "Profesora Argent"?

—Como sacada de una peli porno.

—¡Sarah! —rió escandalosamente—. Eso es algo que Stiles diría.