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Hola! Al final pude colgar hoy en lugar del lunes como os dije. El capítulo de hoy os dejará con ganas de más seguro, pero en eso consiste el manteneros enganchados lo siento.... jijiji. Eso sí prometo que os encantará.

Un millón de gracias por todos vuestros elogios continuos a través de vuestros votos y comentarios. Realmente los que sois geniales sois vosotros. Gracias por hacer que el trabajo que dedico en la escritura sirve para entreteneros y divertiros. Un besazo a tod@s!

Este capítulo va dedicado especialemente a los nuevos fans: verito_bcn, Zulay23, Jeenyk y TereTortosa.

Me gustaría informaros de que en unos días pondré en marcha el proceso publicación del libro. Mi única intención es la de informaros de que es posible que salga a la venta y quizás algunos de vosotros queráis tenerlo. Os lo dejo a vuestra libre elección. Igualmente os agradezco que hayáis estado ahí pues mi interés principal ha sido el de entreteneros, por lo tanto el libro seguirá publicándose de forma completamente gratuita y hasta el final en wattpad. En cualquier caso ya os iré diciendo más cosillas sobre este tema.  

Ya no os entretengo más, ahora a disfrutar.....

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El viento pareció hacerse un poco más intenso y frío. Carol, envuelta en la camisa de Raúl, contemplaba como el mar revuelto, bailaba en forma de olas que inevitablemente, rompían en la orilla. Con la mirada perdida en el ancho mar, disfrutaba del relax y la paz interna que la invadía después de haber disfrutado, una vez más, del cuerpo y la experiencia de su amante. Se arrebujó en la ropa del muchacho para aspirar su delicioso olor. Espontáneamente, sus labios dibujaron una sonrisa impregnada de felicidad. Entonces, se volvió ligeramente para observar al joven, que permanecía, medio adormilado en un rincón de la terraza, sobre el resto de la ropa de ambos.

Raúl abrió los ojos de repente, recordando lo que debía contarle a Carol desde aquella tarde. Dispuesto a revelarle, de una vez por todas, el tema de la sanción, se incorporó un poco para acomodarse. Descubrió entonces que Carol, aún desnuda le dedicaba una mirada furtiva. La joven se volvió de nuevo hacia el mar al descubrir que el muchacho la había descubierto. Una traviesa sonrisa se fraguó en los labios de Raúl, que no fue capaz de apartar sus ojos de la sensual muchacha. Verla cubierta únicamente por su camisa con esa preciosa cabellera al viento la hacía verse tan sexy. Reprimió las ganas de hacerla  suya una vez más. Quizás más tarde… se dijo.

El joven se puso en pie y caminó hasta la muchacha. Abrazándola por la espalda y susurrándole al oído, le dijo:

-          Te he visto princesa… Ahora no disimules. Me estabas mirando.- La joven sonrió ligeramente antes de girarse hacia el muchacho.

-          Y ¿qué?- le preguntó con arrogancia.- ¿Acaso lo tengo prohibido?- Arrimó sus labios a los del chico para morderlos sensualmente.- Eres mío y con las cosas de mi propiedad hago lo que quiero- continuó diciendo juguetona.

-          Carol…- Raúl sufría las consecuencias de aquel juego.- Esperaba que me hicieras un hueco en tu apretada agenda sexual para escuchar lo que llevo más de medio día para contarte.

La muchacha cambió rápidamente la actitud, inquieta por saber lo que el joven quería contarle.

El hotel (El borrador)Where stories live. Discover now