El hotel (El borrador)

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Siento mucho no haber estado a la altura con el capítulo de ayer. Las prisas no son buenas y me agobié tanto que la calidad del mismo se vio un poco afectada. He corregido algunos de los errores que he considerado oportunos y os pido a quienes lo hayáis leído que volváis a hacerlo.

Igualmente me gustaría dedicarselo a mis dos últimas fans: Tizytambien y NuriaCardona. Un besazo para ellas.

Ahora sí, algo decente que leer ¬¬.

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Caren, Ana y Carol se divertían bailando al son de ritmos latinos que se encontraban de moda en el momento,  además de algunas de las canciones que, durante ese y otros veranos llenaban las listas de éxitos de las emisoras de música más populares. A veces, el muchacho que se encargaba de poner la música, hacía sonar algún tema perteneciente, como ellas decían, a alguna era de la Prehistoria. Esto hacía que las chicas se divirtieran aún más pues, entre risas, se dedicaban a inventar un sin fin de pasos ridículos, tratando de imitar el modo de bailar que tenía la gente contemporánea de aquellas canciones.

Los chicos, después de un par de copas se animaron a acompañarlas. Juanma, como siempre, haciendo gala de sus grandes aptitudes para el baile, fue tomando a cada una de las chicas para bailar. Una a una fue guiándolas en lo que parecía una coreografía ensayada a conciencia.

El grupo lo estaba pasando tan bien, que empezó a contagiar a muchos de los que, hasta ese momento, habían permanecido como simples observadores. Al final, la pista de baile terminó tan concurrida que algunos de los que quisieron ser participes, tuvieron que hacerlo desde las proximidades de la misma, pues en el centro de la pista no entraba ni un alma más.

Se empezó a formar un gran grupo en el que, cada uno de los participantes, bailaba con la persona que tenía a su lado, aunque eso supusiese bailar con un auténtico desconocido. Constantemente se empezaron a efectuar cambios de pareja, de tal modo que al final todo el mundo terminó bailando con todo el mundo.

Carol intentaba llegar a Alex, quién  estaba resultando ser uno de los favoritos de las señoras, y al que apenas dejaban un minuto para respirar. La aproximación entre los dos empezaba a ser una misión imposible y entre risas, intentaban sin éxito deshacerse de las nuevas parejas que les iban llegando. A lo lejos se miraban sin parar de reír pues el juego de reencontrarse empezaba a ser cada vez más difícil y divertido.

De pronto, entre el gentío, un muchacho tomó a Carol por la cintura y haciéndola girar sobre sí misma la situó frente a él.

-         Menuda fiesta la que habéis organizado tú y tus amigos.- Gritó Raúl para que Carol pudiera oírle entre el ruido de la música y el bullicio de la gente.

-         Vaya, ¿también tú te has animado?- dijo Carol acercándose a éste con el fin de que pudiera escucharla.- No te había visto.

-         Tendré que decirle a mi padre que se plantee contrataros como animadores ya que esto, habitualmente, suele ser un verdadero baile de cadáveres…- bromeó.

-         Que va…esto sólo ocurre espontáneamente.- Carol reía divertida ante la idea del contrato.

 Continuaron bailando juntos un momento más, pues Raúl rechazo el siguiente cambio de pareja. Carol se sintió agradecida por el interés del chico en seguir bailando con ella, ya que sin que él lo supiera, había evitado que le tocara por pareja un muchacho que “casualmente” ya había sido pareja suya unas diez veces más en lo que iba de noche. Para ser sincera empezaba a sentirse un poquito agobiada por él.