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Sorpresa!!! Como ya tenía preparado el capítulo para colgarlo mañana, he decidido ponerlo hoy y así acortar vuestra espera.

Me  encantaría agradeceros las 120.000 lecturas que sólo vosotros habéis hecho posibles. Un millón de inmensas gracias de todo corazón porqué para mí es todo un sueño.

Sé que os debo un montón de dedicatorias a´sí que ahí voy! : MimiBc, RosaVazquez3, LauraPeco, silvana29, normaferrer253, MariaNaiomiSanabria, RaQeelita98, PatriciaParraGarcia, Sammy_25, valee1234, gerita21, YaninaNavarro, nbaldarrago, JoiiSierraPerez, susynha, IreneGarciaMatute, bombi89, Quimica, TamiitaaPalmaS, Laurita_L_E_A, nerea30, DanyTula, mariajose1D, bethaniac86, mariel11, LucitaCambria, IrisBericeSierra, conilara, Rulo1408, Sanabria_Adeller, Queri93 y por último mizfragoso. Gracias a tod@s por haceros fans y como no por leerme. Un besazo y disfrutad de este capítulo de una forma especial.

A los demás como siempre daros las gracias también por vuestro tiempo y vuestro interés. Un saludo a tod@s!

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Las diez menos diez  marcaban en el reloj de Raúl cuando éste llegó al hall. Llegaba antes de lo acordado, como hacía siempre por costumbre. Nervioso por la llegada de Carol, se dispuso a cruzar unas cuantas frases con la recepcionista del hotel para matar el tiempo.

¿Por qué estaba tan nervioso? Tenía que relajarse, pero no podía dejar de admitir que nunca antes se había sentido así por ninguna otra chica. Aquello era un cita en toda regla, quizás esa fuese la razón de su anormal nerviosismo.

El “clin” que hacían las puertas del ascensor al abrirse, sonó a sus espaldas para dejar salir de él a una espectacular Carol. Raúl no hizo caso del sonido del ascensor, pues sabía perfectamente que Carol se hospedaba en la primera planta y daba por sentado que la joven bajaría por las escaleras. Al ver que la muchacha esperaba a las espaldas del joven, la recepcionista preguntó a Raúl si estaba esperando a alguien, haciendo un leve gesto para señalar a la joven con sutileza. Tras su respuesta afirmativa, Raúl se giró para comprobar si se trataba de Carol. Miró su reloj, una vez más, para comprobar la hora. Las diez menos cinco. Tragó saliva para ahogar definitivamente al Raúl histérico y se volvió.

-          Princesa, me impresionas. Llegas pronto y estás… preciosa.- dijo tomando una de las manos de la muchacha. El Raúl bromista que siempre la hacía de rabiar desapareció.  

-          Gracias, Raúl.- dijo sonrojándose con un gesto infantil. – Es agradable oír de tu parte algo que no sea una burla.

-          Espero que después de esta noche, tengas un concepto diferente de mí. Sólo quería llamar tú atención. Aunque, a decir verdad, le he cogido gusto a eso de hacerte enfadar y reconozco que me encanta verte en ese estado de desesperación.

-          Mmmmmm- gruñó la joven sin ánimos de discutir mientras ponía un gesto que demostraba no estar muy satisfecha con aquella confesión.

Sin decir más, salieron juntos del hotel por la puerta principal, donde el coche de Raúl les esperaba aparcado, pues antes de pasarse a recogerla, el joven se había tomado la molestia de bajar a por él al garaje.

Sentados ya en el vehículo, Raúl preguntó a Carol si tenía predilección por algún lugar en particular.

-          No conozco nada de por aquí. Pero tampoco soy demasiado exquisita…-confesó.

-          Mi idea era ir a varios sitios diferentes, no quería agobiarte con una cena de etiqueta…  No suelo ser así.

-          De acuerdo, tú decides entonces. Sorpréndeme.

El hotel (El borrador)Where stories live. Discover now