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Hola! gracias otra vez por dedicarme un ratito de vez en cuando. Esta vez publico un día antes ya que el resto de mis actividades me lo han permitido.

Espero que hagais comentarios que ya sabeis que me hace ilusión y no os olvidéis de darle a la estrellita del voto! Un besote muak! Espero que os guste.... decidme algo ;)

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El sol se encontraba en su cenit cuando Carol despertó. Volvió a meter la cabeza bajo la almohada cuando, al intentar abrir los ojos, sintió como la luz parecía quemarle las retinas. Tenía un fuerte dolor de cabeza, consecuencia de las copas del día anterior, por lo que decidió permanecer en la cama un rato más.

Imágenes de la pasada noche acudieron a su mente, como si de una serie de diapositivas se tratara. Se recordó bailando y riendo con Caren y sonrió, hasta que la agresiva cara de Néstor apareció, borrando cualquier resto de felicidad en su rostro. En seguida  surgió la cara de Alex. Entonces, sintió un pequeño y agradable pellizco en el corazón. “Alex….” suspiró. Rápidamente acudieron todos los momentos que pasó junto a él en la noche. Disfrutó de nuevo recordando algunos de los besos que se habían dado, algunos de los momentos que se habían producido, algunas de las actitudes del muchacho. Comenzó a notar como un millón de mariposas le recorrían el abdomen consiguiendo entrecortar su respiración. De repente, la cara de Miranda se le cruzó fulminante. “Dios mío Miranda” pensó algo atemorizada. Donde hacía unos segundos volaban mariposas, ahora un gran número de avispas le aguijoneaban. “Tengo que hablar con Alex” se dijo. No sabía muy bien lo que le iba a decir. Alex desconocía que ella supiera nada de la relación que él y Miranda mantenían, pero Carol no estaba dispuesta a compartirle con nadie, aunque fuese duro, prefería retirarse antes de que sus sentimientos fueran más intensos.

Dejando la pereza a un lado, e intentado olvidarse de los últimos pensamientos, consiguió levantarse.

Naya no estaba. Encontró una nota con la letra de su madre en la mesilla de noche.

“Como suponemos que te levantarás tarde, hemos hecho nuestros planes. Disfruta del día mi amor. Volveremos a la tarde. Muak!”

 

Después de vestirse y de ocultar su cara bajo unas enormes gafas de sol, abrió la pequeña nevera y bebió de un solo trago una botella de agua mineral.

Bajó en busca de alguno de sus amigos.

Se encontró a Caren que, sola, tomaba el sol en una de las hamacas de la piscina.

-         ¿No crees que los días en que te encuentras cansada y que además te puedes permitir el lujo de tomártelos de relax, son los que nos dejan apreciar lo maravillosa que es la vida?- dijo como forma de saludo, levantándose un poco las gafas para ver mejor a Carol.

-         Que reflexiva te has levantado hoy ¿no?- le respondió tirándose a la tumbona de al lado.

-         Sí, eso creo- suspiró.

Transcurrieron varios minutos sin que ninguna de las amigas pronunciara ni una palabra. Luego, Caren disparó.

El hotel (El borrador)Where stories live. Discover now