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Hola! ufffff! casi no llego apublicar jejeje. Después de sacar el tiempo donde no lo había, lo he conseguido.

Dejaré las dedicatorias exclusivas a cada nuevo fan para el próximo capítulo. Pero de forma general sí lo dedicaré a todos los que hasta fecha son fans y a los que después de este capi se haran XD. Un besazo a todos los lectores.

Espero que lo disfrutéis....

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El lunes, el martes y el miércoles Carol no se reunió con sus amigos. Se sentía mal por el comentario que Juanma le había hecho en la noche del domingo y además, intentaba llevar lo mejor posible la partida de Alex, pero todo se le hacía demasiado cuesta arriba. Echaba mucho de menos a los amigos de su ciudad y la verdad era que tenía la sensación de que sin Alex aquello no era lo mismo. Durante aquellos tres días, un aura taciturna y melancólica había rodeado a la chica sin permitirle ser ella misma, pero ¿qué podía hacer? Sabía que el tiempo era el único que tendría la solución a aquel estado. Intentó  recuperar el tiempo que había perdido con su familia, pero sólo pudo contar con la compañía de su madre, pues su padre pasaba la mayor parte del tiempo en la oficina y su hermana estaba todo el día acompañada de su nueva amiga. En varias ocasiones tuvo la oportunidad de comprobar cuanto se había aburrido Naya la semana anterior en soledad.

El miércoles por la tarde se encontró con los chicos en el hall, pero dándoles una excusa barata, se marchó a pasear sola por la orilla. Caminó ensimismada hasta que llegó al torreón. Se detuvo frente al él sorprendida de lo lejos que sin darse cuenta había llegado. Después recordó la pelea que allí mismo, la semana anterior, había sucedido entre Néstor y Alex. Rápidamente corrió un tupido velo en su mente para borrar la desagradable  escena. Se volvió mirando al mar y entonces se acordó como el tiempo había corrido sin apenas darse cuenta, cuando Alex le habló sobre él, en aquel mismo lugar. De nuevo la pena volvió a invadirla y algunas lágrimas se escaparon de sus ojos. Sintió rabia de volver a encontrarse de nuevo en el mismo estado. De pronto le pareció percibir la presencia de alguien a su espalda, pero una ráfaga de brisa marina le hizo pensar que había sido cosa del viento, que aquella tarde arreciaba fuertemente. Sin embargo no era así.

-          Carol… ¿piensas pasar lo que queda de verano llorando las penas?- la joven se volvió veloz para ver quién le formulaba aquella pregunta, pues aunque había reconocido la voz a la perfección, la forma de dirigirse a ella no coincidía con la habitual.

-          Raúl ¿qué haces aquí?

-          Pues si quieres que te diga la verdad vengo para hacer un favor a tu amiga Ana, que está preocupadísima por ti.

-          Estoy bien, en serio, solo necesito tiempo ¿vale?- respondió desanimada mientras secaba sus lágrimas.

-          ¿Sí? Pues la Carol que yo conozco no tiene un carácter tan endeble.

-          Estoy un poco cansada de que el hecho de tener un carácter fuerte signifique no tener derecho a que las cosas te afecten. Lo siento, pero os guste o no, durante la semana pasada he vivido momentos muy intensos con Alex. Momentos que despertaron en mí sensaciones que hacía ya mucho tiempo que no tenía ¿hay algo de malo en que eche de menos esas sensaciones?- se sorprendió a sí misma con la sinceridad que se había expresado.

-          Así que se trata de eso ¿no princesa? Pues entonces si lo que echas de menos es sentir vértigo en el estómago- dijo mientras se acercaba tanto a la chica que casi sus labios tocaban los de ella- creo que yo puedo encargarme de eso…

El hotel (El borrador)Where stories live. Discover now