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Hola! en primer lugar pediros perdón por el retraso... he tenido algunos problemillas con internet y no he sido capaz  de arreglarlo hasta ahora. Después espero que los nuevos fans sepan perdonarme pero hasta el capi que viene no me pondré al dia con las dedicatorias, así que de forma general quiero dedicaros el capitulo a todos los fans.  Un besazo enorme desde la playa! jajaja.

Ahora espero que disfrutéis del capi de hoy...

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Raúl corría, esta vez, en dirección al torreón. Un puñal pareció clavarse en su alma cuando escuchó que, los labios de Carol, pronunciaban el nombre Alex en lugar del suyo. Continuó corriendo, descendiendo un poco la velocidad de su carrera. ¿Qué debía hacer? ¿Cómo se supone que debía reaccionar ante aquella situación? Dejó que sus pulmones tomaran y soltaran aire unas cuantas veces, asegurándose así, que cada partícula de oxígeno llegaba a su cerebro, manteniéndolo fresco y despejado para tomar la decisión más acertada. Por un lado, le dolía muchísimo que le hubiese confundido con el niñato aquel, pero por otro, también era consciente de que no tenía ningún derecho a pedirle una explicación, a fin de cuentas sólo eran amigos. De nada le serviría montarle una escena por algo que tal vez hubiese sido un pequeño error de cálculo o que, quizás, le hubiese salido así por pura costumbre. Aun así, no podía evitar sentirse molesto. Finalmente, tragándose sus sentimientos, optó por fingir que no la había escuchado, así le ahorraría un mal trago a la muchacha, que seguro que no se sentiría muy bien por el pequeño error cometido. Una vez que hubo tomado la decisión, paró la carrera para volverse y esperar a la muchacha, la cual permanecía quieta en el mismo lugar que la había dejado. Parecía estar esperando a ver cuál era su reacción.

-          ¡¿Ya has terminado de correr por hoy?!- le preguntó Raúl a voces.- ¡¿Y bien?! ¡¿Se puede saber a qué esperas?!- La joven pareció relajarse al comprobar que el chico parecía no haberse enterado de su equivocación.- ¡Vamos lentorra!- a apremió.

La chica volvió a iniciar la carrera hasta que llegó a la altura del muchacho. Entonces paró y situándose en jarras, le preguntó:

-          ¿Se puede saber quién te has creído que eres para robarme un beso así de descaradamente,  largándote después?

-          Pequeña, estás hablando con la autoridad- fanfarroneó bromeando. – Espero que seas consciente de que eso puede pasar en cualquier momento.

-          ¿Cómo dices?- preguntó incrédula la joven.

Sin dejarla que dijese una palabra más, Raúl le robó velozmente otro beso más y salió corriendo de nuevo. Carol esta vez, enfurecida por la desfachatez del muchacho, corrió rápidamente tras él.

El hotel (El borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora