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Tiempo: Temp. 1 Cap. 5 al Cap. 6

Shiro tenía sentimientos encontrados con respecto a Pidge. Y eso no tenía nada que ver con el hecho de que ella era una chica.

Al igual que todos los demás paladines, desconocía la verdad hasta que comenzó a recobrar su memoria y fue consciente que el segundo hijo de su comandante era niña y no varón.

Pero no, la dualidad en Shiro radicaba principalmente en que la paladín verde era un Holt. Y por desgracia, él ya había perdido a dos miembros de esa familia en espacio. No estaba dispuesto a perder a un tercero.

El conflicto radicaba en que Pidge no era precisamente el tipo de persona que se mantenía fuera de problemas y estaba dispuesta a muchos riesgos con tal obtener sus objetivos. No era algo para recriminarle o juzgarle, además que ella era increíblemente capaz a pesar de su corta estatura.

Aún así Shiro se mantenía intranquilo y no podía evitar quitarle un ojo de encima o preferir su compañía durante las misiones. Era la única forma en que podía asegurarse de no perder otro Holt bajo su cuidado. Se lo debía a Sam y a Matt.

Pero Pidge no dejaba de ser Pidge. En un momento arriesgaba su vida por un poco de información y al siguiente estaba peleando con sus compañeros paladines. Y de todas las personas con las que tenía que iniciar una discusión, debía ser justamente con Keith.

Shiro conocía al paladín rojo como la palma de su mano y por ello sabía que era como jugar con fuego... literalmente. Y para hacer las cosas aún peores, la joven Holt no era precisamente una persona que cedía terreno.

Así que a pesar del deseo de proteger a Pidge y el afecto que sentía hacia Keith, Shiro debía poner una raya a ambos, aunque era completamente consiente que la discusión del intento de separación Pidge estaba aún lejos de terminarse.

El paladín negro no solo era la cabeza de Voltron, sino el líder del equipo. Debía asegurarse de que todas las partes trabajaran juntas y completar la misión. Tenía el deber hacia Keith y Pidge, en arreglar la disputa entre ellos por su falta de comunicación.

Shiro que conocía muy bien pasado de Keith y la desesperación de Pidge por encontrar a su familia, sabía que todo el problema entre ellos era un mal entendido. Sin saberlo, ambos sufrían por la separación.

Aún así, con todos sus sospechas, recuerdos recuperados y buenas intenciones de líder, Shiro se quedo sin palabras cuando horas después de recuperar el castillo de las manos de Sendak y sus soldados galras, se topó con ambos paladines brazos de Voltron sentados en los mullidos sillones de la sala de descanso, profundamente dormidos y recargados el uno contra la otra.

Algo cálido ardió en el pecho del paladín negro ante aquella imagen delante de él. La calma y paz de sus rostros resultaba reconfortante y esperanzadora. No estaba seguro si era ternura, felicidad o... algo más profundo, pero era especial. Sabía muy bien que ambos habían hecho las paces por sí solos y sin su intervención. Keith que era muy orgulloso para admitir de primera mano que se equivocó y Pidge, con su personalidad picante, probablemente no se la dejo fácil.

Pero sin dudas habían alcanzado un punto intermedio, ahora estaban de acuerdo y cómodos entre ellos.

Anquen la posición en la que se encontraban descansado, tal vez no era precisamente la más cómoda.

–Es hora de dormir equipo –murmuró Shiro para sí mientras cargaba fácilmente en brazos a Pidge y dejaba a Keith recostarse libremente en el sillón –. Hicieron un buen trabajo.

El paladín negro estaba orgulloso de ellos y a satisfecho que resolvieran por su cuenta sus diferencias, pero eso no significaba que su trabajo de cuidar de su equipo había terminado. Después de dejar a Pidge cómodamente en su cama, repitió la operación con Keith, para luego echarle un último vistazo al cuarto de Hunk y encontrarlo profundamente dormido, antes de marchar al suyo y tomar una leve siesta antes de que Lance despertara de sus estasis en la enfermería.

El recuerdo del maravilloso sueño que tuvo reposando en aquel sillón de la sala de descanso del castillo, en compañía de Pidge y Keith, era algo que no olvidaría pronto... o jamás.

 o jamás

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Estamos a un capitulo para terminar éste fic, pero es tan solo una sección de un largo universo que a penas va empezado.  

Hilos de TelarWhere stories live. Discover now