BX-21L7. 09

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El capitán Thogos se sentía airoso al contemplar como la armada galra que estaba bajo su comando sitiaba sin problemas la base minera BX-21L7, así como el castillo espacial de la princesa alteana. Sin duda, una victoria más a su larga historia de éxito, que lo congraciaría ante la presencia de su emperador.

Hasta ese momento, los informes de sus oficiales provenientes desde el interior de la estructura eran prometedores sobre la localización de los paladines de Voltron en la estación, por lo que sin dudarlo un segundo, el capitán dejo su nave insignia para desembarcar en el hangar de dicha base.

Habían pasado unos meses desde que dejaron aquel cuadrante y bloquearon por completo la estación hasta su regreso, por lo que al capitán le complacía descubrir que su base minera continuaba como la había dejado, con la gran excepción de los cinco enormes leones mecánicos estacionados en la mitad de su hangar.

Las gigantes bestias mecánicas habían levantado una especie de escudo protector como mecanismo de defensa, impidiendo a sus soldados tomar control de ellas. Pero eso no le preocupa en lo más mínimo a Thogos, ya que mientras los paladines y los leones estuvieran separados, él y sus tropas tendría la ventaja.

Era su base después de todo.

–Capitán– lo saludo su primer oficial al percatarse de su presencia en el hangar.

–Deme su último informe –le ordenó este sin siquiera volver su vista al soldado.

–Todas las tropas han logrado entrar a la base, señor. Cada una de las salidas ha sido sitiada. No tiene forma de escape.

–Hay que resguardar el hangar con torretas automáticas –dijo Thogos con frialdad –. Debemos asegurarnos que los paladines no puedan alcanzar sus leones.

–Sí, señor.

–¿Cual el paradero de nuestros invitados no deseados?

– Hasta ahora hemos logrado detectar dos recorriendo los corredores de los niveles inferiores, y los radares detectan dos formas de vida diferente a los vrochas en el subnivel 7. Según nuestro informante, son siete los polisones que se encuentran en la base. Pero por alguna razón, aún logramos detectar a dos de ellos.

–Eso deja pendiente a uno de los paladines, oficial –señaló tajantemente el capitán haciendo las cuentas.

–Hay... hay un problema con ese, señor –musitó el soldado nervioso antes de dar las malas noticias a su oficial superior.

–¿Problemas? –repitió Thogos hasta con una sonrisa burlona –. Ya veremos... ¿Qué hay de mi CeCoA?

–E-ese... ese es el problema, señor.

Pidge, por muy poco había logrado ponerse a cubierto detrás de uno de los paneles de control, cuando los centinelas autómatas de los galras abrieron fuego contra ella

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Pidge, por muy poco había logrado ponerse a cubierto detrás de uno de los paneles de control, cuando los centinelas autómatas de los galras abrieron fuego contra ella. Las maquinas avanzaron lentamente por el corredor, cubriendo toda ruta de escape en su camino hacia el puente de mando, dejando a la joven paladín verde sin muchas opciones.

–¡Quiznak! ¡Quiznak! ¡Quiznak! –maldijo la chica una y otra vez en lo que los disparos retumbaban sobre su cabeza.

Inconscientemente, Pidge tomó su bayard en sus manos activándolo a tomar su forma de arma, por desgracia, el gancho retráctil no le serviría de mucho en esa situación.

–¡Vamos, Pidge piensa! –en lo que se ordenó a sí misma en idear una alternativa. Con la vista, la joven exploró rápidamente sus alrededores buscando cualquier cosa que pudiera ayudarla a salir de aquel predicamento.

Sus ojos pronto captaron el complejo sistema de pernos que se encontraban instalados sobre la entrada del CeCoA.

–¡Eso es! –musitó ella para sí en lo que su mente comenzaba a idear un plan. Recordó como había alcanzado a ver entre los sistemas desactivados del control de mando, la opción que desplegaba la enorme puerta de seguridad que protegía al CeCoA.

Sí lograba activar el sistema de seguridad que contralaba la puerta, sería casi imposible para los droides y todo el ejercito galra atravesarla. Solo había un problema, su computador portátil (que estaba conectado a los sistemas de CeCoA) había quedado al otro lado de la habitación y se quedaba sin tiempo en lo que las tropas enemigas se acercaban.

–Tiene que ser una broma... –murmuró la chica antes de suspirar con resignación.

Por unos breves segundos, trató de concentrarse y mantenerse en calma como le había enseñado Shiro en varias de sus sesiones de entrenamiento; a pesar de la intensidad de rayos que escuchaba retumbar sobre su cabeza, trató de enfocar su mente en su objetivo. Ya que estaba por hacer tal vez la única locura que podría salarle la vida.

Pidge dio otro respiro y encontró su punto de enfoque, y la determinación para llevarlo a cabo. Sin dudarlo ni un segundo, la pequeña paladín verde salió de su escondite a pesar de los disparos en su contra; corrió con todas su fuerzas por toda la habitación y se lanzó sobre el panel donde había dejado su portátil en un impresiónate y calculado brinco, en los disparos de los droides fallaban por muy poco en su objetivo.

La joven paladín lo logró sin ningún rasguño. Y ya con su computador portátil en mano, solo debía activar el sistema que controlaba la puerta y dejar a esas maquinas fuera del CeCoA.

–¡¿Qué?! –soltó Pidge al ver con horror la información en la pantalla –. ¡Todavía no se ha desbloqueado del todo! –bramó al ver que el sistema de seguridad que controlaba la puerta estaba a 97% de ser activado.

Por desgracia, los androides enemigos estaban a unos metros de la entrada, como para esperar más tiempo.

–¡Vamos!

98%

Los disparos se escucharon con mayor intensidad ante la cercanía de las maquinas.

99%

Incluso Pidge alcanzó a escuchar marchar a las tropas galras aproximarse detrás de las unidades mecanizadas.

–¡VAMOS!

100%

La chica nunca había teclado tan rápido el teclado en su vida, pero después de varios clics y activar comandos, la pesada e impenetrable puerta del CeCoA se cerró de tajó, cayendo justamente sobre los droides mecanizados. Muchos de ellos explotaron al contacto, mientras otros fueron despedazados y sus partes terminaron en la habitación como en el corredor, en una lluvia de metal y circuitos.

Pidgeestaba a salvo... por ahora.

Hola a todos

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Hola a todos. 

Feliz Año!!! Espero que hayan pasado felices fiestas en compañía de sus seres queridos. 

Vamos a empezar el año con más capítulos de mis fanfictions, así como futuros proyectos en los que estado trabajando. Pronto sabrán más de ellos.  

Es todo por ahora, espero que disfruten del capitulo y nos vemos en el siguiente. 

Hilos de TelarWhere stories live. Discover now