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Tiempo: Temp. 1 Cap. 5 –Temp. 1 Cap. 6

El inconfundible sonido de las puertas automáticas de la su habitación al abrirse hicieron que Lance levantara la cabeza desde su cómoda posición en la cama. Las puertas de acero automáticas dieron paso a la gran figura de Hunk, quien se adentró al cuarto con cuidado a pesar de siempre ser bienvenido en esa habitación; en cambio Pidge no era digna de tal confianza después que arruinó el sistema de ventilación, convirtiendo el cuarto en un congelador.

–Hey, amigo –dijo el joven moreno quien llevaba en manos una bandeja con la curiosa y no muy apetitosa comida alteana –. ¿Cómo te sientes? –le preguntó a Lance aproximándose un poco más a la cama.

Después de resultar herido por la bomba de Sendak y pasar casi un día en la cámara de regeneración, todos los tripulantes del castillo de los leones pensaron que Lance necesitaría solo un rápido refrigerio para regresar a la normalidad, pero una vez que la nave se adentró en el espacio, la fatiga cobró mellas en el cuerpo del energético paladín azul.

Mientras Allura y Shiro se ocupaban de llevar el castillo a su nuevo destino en la Balmera más cercana, el joven moreno aprovechó para tomar un buen y necesario descanso en su recamara. Cómodamente ataviado con su pijama de paladín, metido bajo las colchas suaves y leyendo la versión alteana del clásico de Orgullo y Prejuicio (claro, con más alienígenas), Lance reposaba como todo un héroe de guerra en su lecho. Lo único que le faltaba era un poco de comida y al parecer Hunk le había leido de mente.

–Bien, mientras me mantenga en reposo –dijo Lance con sinceridad sin quitar su sonrisa carismática de sus labios.

–¿Crees que te encuentres en condiciones de pilotar el león azul una vez que lleguemos a balmera? –continuó Hunk sentándose a su lado, en la orilla de la cama.

–¡Claro, viejo! –le aseguró Lance con prepotencia dándose unos golpecitos en el pecho con el puño –. Soy tan resistente como la coraza dura de tu león, solo necesitaba un leve descanso de belleza. No debo perder el encanto para el momento glorioso en que derrotemos a las tropas de Zarkon.

A pesar del tono jovial del paladín azul, Hunk solo pudo regresarle una leve sonrisa, que por desgracia no pudo mantener. Su rostro rápidamente mostró los sentimientos dentro de su ser y lo consternado que se encontraba por la seguridad de su amigo, que fue imposible para Lance mantener su alegría natural.

Ambos jóvenes se conocían desde hacía mucho antes de empezar aquella aventura espacial, habían sido compañeros de cuarto en la academia Garrison y en cierta forma, resultaba reconfortante tener uno al otro en aquella aventura incierta en la que habían caído.

–Hey, amigo –murmulló Lance posando suavemente su mano en el hombro de Hunk, tratando lo más posible de infundirle de nuevo seguridad con su sonrisa –; no te preocupes... todo estará bien...

–Lance... casi mueres...

–Pero sigo aquí ¿no? Nada puede derribarme tan fácil.

Hunk soltó un largo suspiro que llenó de incertidumbre a Lance: ¿Acaso no le creía o pensaba que estaba exagerando?

–Espero que estés en lo correcto... –finalmente dijo Hunk posando sus grandes y dulces ojos oscuros en los azules de su amigo – ya que no sabría qué haría sin ti...

Ante aquella sincera declaración, el corazón de Lance se detuvo casi por completo y de repente sintió la habitación mucho más caliente de lo normal. ¿Tal vez Pidge había arruinado la ventilación nuevamente?

–¿Eh?...

–Descansa –Hunk no le permitió decir más, antes de levantarse de la cama y caminar hacia la puerta con su rostro cabizbajo –. Te estaré esperando... todos lo haremos – y sin más salió de la habitación.

El paladín azul quedo nuevamente solo en la habitación; pero antes de que pudiera regresar a su lectura o tan siquiera probar los alimentos que le habían llevado, Lance ocultó su cabeza debajo de la colchas de su cama, mientras trataba de controlar su corazón que palpitaba a mil por hora y su pulso sanguíneo que sonrojaba sus mejillas.

¿Cuándo Hunk se volvió tan lindo?

¿Cuándo Hunk se volvió tan lindo?

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Es cortito, pero tierno.

Hilos de TelarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora