BX-21L7. 04

48 9 3
                                    

–Lamento mucho los problemas que mi familia pudieron causarles –se disculpándose el mayor de los vrochan una vez que la confusión inicial pasó a segundo plano –. Mi nombre es Mondo y soy el líder de la tribu vrochan que fue traída a trabajar a esta mina.

–Es un gusto Mondo –respondió Allura dando un paso adelante –. Soy la princesa Allura de Altea, él es mi fiel concejero Coran, y ellos son los paladines de Voltron –agregó señalando a sus compañeros respectivamente –. Y si no es difícil para ti, podrías explicarnos que sucedió en este lugar.

–Sí ¿Por qué está todo abandonado? –preguntó inmediatamente Pidge con curiosidad –. ¿Qué pasó con su gente?

–¿Y los galra? ¿Adonde fueron y si van a regresar? –agregó a su vez Hunk con preocupación.

Mondo no respondió de inmediato, se tomó el tiempo para sentarse sobre unas cajas de carga y que su pequeña hija se sentara sobre sus rodillas. Vrindan, en cambio, permaneció junto a la puerta de la habitación lo más alejado posible de los visitantes, pero lo suficientemente cerca para no quitarles un ojo de encima.

–Eso no lo sabemos –finalmente respondió Mondo con angustia en su voz –. Hace unos meses las tropas encargadas de resguardar este lugar se marcharon al sector nueve y pocos oficiales permanecieron en sus puestos. A como pasaron los días, el resto se fue marchando también, hasta que finalmente el general Thogos se retiró de su puesto; pero sino antes encerrar a todo mi pueblo en las minas para que continuaran trabajando hasta su regreso –agregó él mirando con pena la gruesa y redonda puerta que bloqueaba la ruta a la mina.

–El sector nueve es la parte de la galaxia donde se encuentra el planeta Arus y la Balmera de Shey –murmuró Coran al oído de Shiro –. Es muy probable que fueran llamados como refuerzo contra nosotros.

Ignorante de lo que comentaba el alteano y el paladín, Mondo continuó:

–Se suponía que solo Vrindan y yo nos quedaríamos afuera de la mina para mantener la base en buenas condiciones, pero mi pequeña Rundy se escabulló de los brazos de su madre y quedo atrapada con nosotros aquí.

El vrochan frotó la cabeza de la niña sobre sus rodillas logrando que soltara un par de risitas infantiles.

–Mondo –lo llamó el joven desde la puerta –, no creo que sea apropiado que le reveles todo a estos desconocidos.

–Llevamos semanas aislados del resto de la tribu –respondió este con una gran paciencia, a pesar de la aspereza del joven –. No sabemos si los galra realmente regresaran, podrían quedarse sin provisiones dentro de la mina. Nunca me perdonaría si algo malo les pasara a ellos.

–Prometemos hacer todo lo que podamos para ayudarlos a reunirse con su gente –le aseguró Allura con una gran sonrisa, que provocó otra risilla por parte de Rundy.

–Pero primero para ello necesitamos abrir la puerta de la mina –comentó el líder de los paladines echándole otra mirada a la gigantesca entrada.

–Eso es imposible, los seguros son automatizados por el "cecoa" –soltó Vrindan –, solo así se puede abrir la puerta.

–¿Cecoa? ¿Qué es eso? –preguntó Pidge.

–El Ce. Co. A. –repitió Mondo –. Es el "cetro de control de avanzada" que cuenta esta base para controlar cualquier operación que se realice en la misma.

–¿En que difiere de un centro de comando normal? –señaló Lance sin comprender.

–Es completamente automatizado, maneja todos los sistemas de la base y puede ser operado por una sola persona –agregó el vrochan mayor –. Tengo entendido que es el único prototipo existente; se encuentra en estado de prueba, y si resulta ser un éxito, lo utilizaran en muchas otras de sus bases en el futuro.

Hilos de TelarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora