Capítulo 22

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Después de que Ana se calmara y olvidara un poco la discusión con Miriam, Aitana decidió que fueran a su habitación a ver unas películas en su portátil. Cuando llegaron, Amaia dormía plácidamente en su cama. Aitana cogió su portátil y se acomodó con Ana en su cama. Se pusieron una manta por encima de ellas, tapando sus piernas y se acurrucaron. Decidieron ver una película de comedia y consiguieron despertar a Amaia con sus risas, haciendo que la pamplonesa se uniera a ellas. Pasaron la tarde viendo películas y hablando de sus series preferidas. Se le pasaron el tiempo volando, tanto que cuando se dieron cuenta ya era la hora de cenar.

Bajaron al comedor, donde todos se encontraban ya comiendo. Cuando se acercaron a la mesa donde iban a comer, Ana se fijó en que en la mesa del fondo estaban Miriam y Laura sentadas juntas y riendo sin parar. Parecía que se lo estaban pasando muy bien. Ana sintió una punzada de celos, al final Laura estaba consiguiendo lo que ella quería. Se maldijo a sí misma dn voz baja por haber sido tan tonta y dejar que Laura se saliera con la suya.

Ana se dirigió a su mesa y se sentó al lado de Miriam. Miriam la miró sorprendida, al igual que Laura, que parecía decirle con la mirada "¿Qué haces aquí?".

-Hola, chicas. ¿Qué tal?

-¿Qué haces aquí, Ana? - preguntó Miriam.

-¿Qué pasa? ¿No puedo estar aquí o qué?

-Sí, pero me extraña que estés aquí, y más con la discusión que hemos tenido antes.

-Ya, lo siento, amor. - dijo Ana agarrándola del brazo y dándole un beso en la mejilla.

Miriam se alejó de ella y la miró con el ceño fruncido. Ana se sorprendió ante el gesto de Miriam y luego se fijó en que su mirada pasaba de ella a Laura.

-¿Por qué me llamas "amor"?

-¿Qué? Miriam, estás de coña, ¿verdad?

-¿Me ves con cara de broma? - dijo Miriam mirándola fijamente y señalando su cara. - Sé que has venido aquí porque estás celosa de Laura, si no no hubieses venido.

-También he venido porque quería disculparme con MI novia.

-¿Novia? - rió Miriam. - ¿Qué novia?

Ana abrió la boca y miró a Miriam sin acabar de creerse lo que acababa de decir. Mientras tanto, Laura las miraba sin decir nada, aunque riéndose por dentro por lo que estaba presenciando.

-Em... Miriam, te recuerdo que sigues siendo mi novia.

-Pues me da a mí que no.

-¿Perdona? ¿Cómo? ¿Estás rompiendo conmigo?

-Tal vez.

-Miriam... No me digas que es por lo de antes... - dijo Ana en un hilo de voz.

-No es solo por eso, que por cierto no me merecía el trato que me habías dado, también por las cosas que me has ocultado. - dijo Miriam levantando el tono.

-¿Qué te he ocultado?

-No sé, tú sabrás. - dijo encogiéndose de hombros y con un tono irónico.

-Venga, Miriam, se acabó la broma.

-No es ninguna broma, Ana. Vete.

-Miriam...

-¡No, joder! Déjame, ¿vale?

-No me lo puedo creer...

Ana se levantó de la silla con los ojos húmedos y salió del comedor. Miriam agachó su cabeza, apoyándola en sus manos y suspiró. Todos los que estaban allí presentes se quedaron alucinados al escuchar la conversación de la gallega y la canaria, y como al final Ana había abandonado la sala.

Mi vida no es la misma sin ti | WariamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora