Capítulo 14

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Ana no se podía creer lo que estaba viendo. ¿Por qué Miriam estaba besando a su exnovio? Espera, ¿y si Miriam la mintió y nunca llegó a cortar con él?

Pablo intentó colar su lengua en la boca de Miriam, pero esta se lo impidió apretando sus labios y apartándose rápidamente.

-Oye, Miriam. - dijo Efren. - ¿Conoces a aquella chica? Es que no para de mirarnos.

Miriam se giró hacia donde señalaba su hermano y vio como Ana la fulminaba con la mirada.

-Oh, no... - murmuró. - Sí, si que la conozco.

Miriam andó hacia Ana y la agarró de la muñeca.

-¿Qué es esto, Miriam? - susurró Ana con los ojos llorosos.

-Ana, no te enfades, por favor. Te prometo que luego te lo explicaré, ¿vale?

Ana giró su cabeza para no verla y asintió con desgana. Miriam sabía que la había cagado. Cogió de la mano a Ana, le dio un beso en la mejilla y se la llevó a donde estaban los chicos.

-Efren, Pablo; esta es Ana, mi no... Mi amiga. Es muy buena conmigo.

-Hola, Ana. Encantado. - Efren se acercó a Ana y le dio dos besos.

-Igualmente.

-Oye, ¿estás bien? No te conozco, pero por tu voz diría que no.

-No pasa nada, tranquilo. - dijo Ana secándose una lágrima que se le había escapado. - Es solo que la persona que creía estar enamorada de mí, pues resulta que no. - dijo mirando a Miriam. - Por eso estábamos Miriam y yo hablando antes.

Miriam notó como Ana no lo estaba pasando muy bien.

-Chicos, dejarme acompañar a Ana a su habitación. Vuelvo enseguida.

Efren asintió y se despidieron de Ana. El trayecto hacia las habitaciones se hizo eterno. Cuando llegaron, Ana abrió la puerta de su habitación.

-Oye, Ana... Esto no es lo que parece, yo...

-Déjalo, Miriam.

-Ana, en serio. Déjame explicártelo.

-¿¡Explicarme el qué!? ¿¡El beso que te has dado con tu supuesto exnovio!? ¡Vete a la mierda!

-Ana, no...

Pero Ana entró en la habitación y cerró la puerta de un golpe. Los ojos de Miriam empezaron a humedecerse. Bajó la cabeza y se secó con rabía una lágrima que resbalaba por su mejilla.

-¡Joder! - dijo dándose la vuelta y pegando un puñetazo a la pared.

Se miró sus nudillos, que enseguida se le hincharon y se le pusieron rojos del golpe.

🐾🐾🐾🐾

Nada más cerrar la puerta de su habitación, Ana se sentó en el suelo, apoyando su espalda en la puerta. Se agarró sus rodillas y escondió la cabeza entre ellas. Escuchó como Miriam gritó y pegó un golpe a la pared. Poco después, la cara de Ana se llenó de lágrimas que no paraban de salir.

Estaba sola en la habitación. No sabía donde podía estar Mimi, la necesitaba. Necesitaba a alguien a quien abrazar. Lloró durante mucho tiempo. No se podía creer que Miriam la hubiese mentido de esa forma.

-¿Hola? ¿Hay alguien?

La puerta se abrió y Ana miró arriba sorprendida. De la puerta vio aparecer la cabeza de Agoney asomándose y mirando para los lados.

-¿Ago? - dijo Ana en un hilo de voz.

Agoney miró hacia el suelo y se encontró con Ana mirándole.

Mi vida no es la misma sin ti | WariamМесто, где живут истории. Откройте их для себя