Capítulo 31

2.2K 93 31
                                    

Ana acababa de llegar al aeropuerto de Barcelona y ya había recogido su maleta. Estaba contenta, en nada volvería a ver a Miriam después de una semana separadas. La echaba de menos, prácticamente como siempre, y le alegraba saber que iban a estar juntas una semana entera. Más de una vez le había preguntado a Miriam que adónde se iban a ir de vacaciones, pero la gallega se lo callaba todo y tan solo la decía que sería una sorpresa.

Cuando salió por la puerta de la terminal, miró hacia todos los lados, esperando ver en algún momento una melena rubia y rizada. Estuvo esperando un momento, pero no la veía por ninguna parte. Decidió sentarse en el suelo, sacó su móvil y entró en sus redes sociales para que la espera se le hiciera lo más amena posible. No sabía cuánto tiempo llevaba esperando, era lo que tenía entrar en las redes. De repente, unas botas negras se pararon enfrente de ella. Ana no quería mirar hacia arriba, más que nada porque no sabía quién era.

-Hola, ¿qué haces aquí sola? ¿Necesitas algo? - dijo la voz de aquella persona.

-No, gracias. - dijo negando con la cabeza y sin despegar la mirada de la pantalla. - Estoy esperando a alguien.

-¿Ah, sí? ¿Y a quién, exactamente? ¿Debería ponerme celosa, canaria?

Ana abrió los ojos cuando acabó de reconocer aquella voz. Miró hacia arriba y abrió la boca al verla. Miriam la miraba desde arriba, con los brazos cruzados y levantando una ceja.

-Ana. ¡Eo! - dijo Miriam moviendo una mano delante de la cara de Ana. - ¡Estás empanada!

Ana sacudió su cabeza y volvió a mirar a Miriam. Después se puso de pie y saltó encima de ella, rodeando su cintura con sus piernas y su cuello con sus brazos.

-¡Amor! - dijo Ana emocionada y dándole un beso. - Qué susto me habías pegado, tonta.

-La que se tendría que haber pegado un susto sería yo, que has dicho que esperabas a alguien.

-Te estaba esperando a ti, imbécil. - dijo Ana sonriendo tontamente. - No había reconocido tu voz.

-Pues anda que no reconocer la voz de tu novia...

Miriam rodó los ojos. Ana rió y le dio un beso apasionado. Al separarse, Miriam sonrió y le devolvió el gesto.

-Se me ha hecho eterna la semana... Tenía tantas ganas de verte... - dijo Ana en un hilo de voz.

-Y yo, canaria. Pero ya estamos aquí, juntas, rumbo a nuestras primeras vacaciones juntas.

Ana sonrió al ver el brillo que tenía Miriam en sus ojos tras acabar de decir aquello. La abrazó con fuerza y se bajó de ella. Ana trató de coger sus dos maletas, pero Miriam le quitó una de las manos.

-Déjame ayudarte, canaria.

-Puedo yo sola, Miriam. - dijo Ana dura.

-Me da igual. Quiero ser buena novia, asi que al menos déjame llevarte una.

-¿Desde cuándo hemos vuelto a ser novias? - dijo Ana divertida. - Porque, que yo recuerde, no hemos hablado del tema.

-Pues desde ahora mismo. En ningún momento te has quejado porque te llame "mi novia" - dijo Miriam enfatizando en las dos últimas palabras y acercándose al rostro de Ana.

Ana sonrió, apretó las mejillas de Miriam con una mano y le dio un beso en los labios. Miriam le tendió la mano y la morena la entrelazó. Caminaron entre bromas y risas hasta llegar al parking, donde se detuvieron enfrente de un coche blanco todoterreno. Miriam sacó de su bolsillos las llaves y lo abrió. Ana la miró sorprendida, intercambiando su mirada entre aquel coche y Miriam, que estaba guardando las maletas en el maletero. Miriam pasó al lado de Ana y abrió la puerta del asiento del copiloto, después miró a Ana.

Mi vida no es la misma sin ti | WariamKde žijí příběhy. Začni objevovat