Capítulo 20

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Continuaron con la clase después de que Laura se presentara. A lo largo del día, Laura no tuvo ningún tipo de problema en juntarse con la gente, lo que hizo que Ana se pusiera tensa. En la hora de la comida, Ana no pudo apartar su mirada de ella, y sobretodo porque Laura no había dudado en acercarse a Miriam. Intentaba quitarle importancia porque confiaba en Miriam, pero en cambio con Laura no tenía nada de nada. Miriam la sonreía todo el rato, seguramente porque Laura ya se estaba haciendo pasar por alguien que no era. Mimi miró a Ana de reojo. La notaba más ausente desde la llegada de la nueva.

-¿Me vas a decir qué te pasa? - susurró Mimi en el oído de Ana.

-Pff... No la aguanto...

-Me vas a contar lo que te hizo, ¿no?

Ana miró a Mimi y asintió en silencio. Cuando ambas acabaron de comer, salieron del comedor, aunque Ana no apartó su mirada de Laura, quien no se había quedado quieta ni un segundo para conocer a todos. Mimi y Ana fueron a su habitación y, cuando llegaron se sentaron en el borde de la cama de Ana.

-Vale, a ver, ¿qué pasó? ¿De qué la conoces?

-Verás, es una historia algo de contar, pero... Fue mi primera novia, antes de conocer a mi ex, Javier.

Flashback

Hace dos años, en Tenerife, Ana decidió salir a dar una vuelta por la playa. Iba con el móvil en la mano, chateando con sus amigas. De repente, despegó su mirada de la pantalla, pero justo un balón de voley-playa le dio en toda la cara, haciendo que se cayera del impacto. Una chica alta, morena y muy guapa se acercó corriendo a Ana y la ayudó a levantarse, tendiéndole una mano.

-Vaya, perdona, no te habíamos visto. - dijo la chica cogiendo el balón y señalando a sus amigas. - ¿Te encuentras bien?

Ana levantó su mirada y la miró. Se fijó en sus ojos claros y se quedó embobada mirándola, sin duda era una de las chicas más guapas que había visto. Sacudió su cabeza y se rascó la nuca.

-Em, esto... Sí, estoy bien.

-En serio, lo siento mucho, ha sido culpa mía. Le di demasiado fuerte a la pelota y no te vi pasar.

-No pasa nada, en serio.

La chica miró de arriba abajo a Ana, cosa que la canaria hizo también. Cuando sus miradas se volvieron a cruzar, sonrieron.

-Me llamo Laura, y ahora que me he estado fijando eres muy guapa.

-Gracias... Tú también. - dijo Ana sonrojándose. - Yo soy Ana.

-Encantada, Ana. - dijo Laura dándole dos besos peligrosamente cerca de la boca. - Podríamos quedar un día y conocernos un poco, ¿te parece?

-Me parece buenísima idea.

-Genial, ¿apuntas mi número?

Laura miró el móvil que Ana llevaba en su mano y lo señaló. Ana miró hacia él y después asintió. Laura le dio su número y después se despidieron.

-Llámame en cuanto tengas un rato libre, guapetona. - dijo Laura sonriendo y márchandose a donde estaban sus amigas esperándola.

Ana le siguió con la mirada, y después emprendió de nuevo la marcha. Le resultó algo surrealista la conversación que acababa de tener. Desde hace unos años sabía que le atraían las chicas, pero nunca se había atrevido a tener algo con alguna. Laura era una chica muy atractiva y directa, sin duda le gustaba.

Al cabo de unos días, Ana decidió mandarle un mensaje para quedar. La respuesta no tardó en volver y quedaron en ir a un restaurante a cenar y luego ir a una discoteca que quedaba por allí cerca.

Mi vida no es la misma sin ti | WariamWhere stories live. Discover now