Capítulo 17

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Pidieron la cuenta y salieron del restaurante en completo silencio. Desde que se fue Ana, no salió ninguna palabra de ninguna de sus bocas. Efren miraba preocupado a Miriam, sabía que estaba muy cabreada.

Cuando llegaron a la entrada del hotel, Pablo fue directo a su habitación, sin despedirse ni nada. Miriam bufó y rodó los ojos. Efren le acarició un brazo y la besó en la mejilla.

-Miriam, siento lo de Ana. No tendría que haber sacado el tema en ese momento.

-No pasa nada, tarde o temprano se tendría que enterar, ¿no?

-Bueno, estábamos muy bien, y lo fastidié.

-Efren, tranquilo, en serio. Mañana hablaré con ella.

-Hablando de mañana. Creo que nos iremos. Pablo se ha pasado esta noche. Lo mejor es que os dejemos a ti y a Ana solas.

-Pero si no molestáis. Sí que es verdad que Pablo se ha pasado, pero ya está.

-No, en serio Miriam, mañana nos vamos. Ya nos vemos en Navidades en casa. Te quiero. - dijo abrazándola.

-Y yo.

-Ah, y por favor, no pierdas a Ana haciendo alguna estupidez, es una buena chica.

-Nunca la perderé porque nunca la dejaré. - dijo Miriam sonriente.

-Así me gusta. Bueno, nos vemos dentro de poco. Menos de una semana.

-Sí, adiós. Despídete de Pablo de mi parte.

Efren asintió y se metió dentro del hotel. Miriam llamó a un taxi, que la llevó a la universidad. En el pasillo de las habitaciones se quedó mirando la puerta de Ana, quería volver a dormir con ella, pero pensó que seguramente ya estaría durmiendo, así que no la molestaría. Cuando entró en su habitación, Mireya estaba sentada en su cama, con las piernas y los brazos cruzados. La miraba con mala cara.

-¿Qué pasa? - preguntó Miriam con miedo.

-¿Qué le has hecho a Ana?

-¿Qué? No la he hecho nada.

-¿Y por qué cuando ha venido de vuestra cena Mimi me ha llamado diciendo que Ana estaba llorando?

-¿Qué? Cuando se fue no estaba así. Voy a verla. - dijo Miriam abriendo la puerta.

-¡No! - dijo Mireya levantándose y cogiéndola de la muñeca para pararla. - Es tarde, Miriam. Mejor ya mañana. Cuéntame lo que ha pasado.

-No ha pasado nada. Estábamos muy bien y mi hermano también estaba contento por ambas. El único fue Pablo, que estaba más distante. En medio de la cena soltó un comentario que no tendría que haber dicho, nada más.

-¿Cuál fue?

-De que lo mío con Ana era una faceta bollera que cuando me cansara de explorarla me cansaría de ella. Estaba celoso, nada más.

-Entonces seguro que ha sido eso. Yo creo que Ana se siente ahora insegura después de oír eso.

-¿Por qué se crea que Pablo tenga razón y no la quiera?

-Exacto.

-Pues mira que la dije que no le creyera, que yo la quiero.

-No sé, Miriam. Estará confusa. Mañana hablas con ella.

🐾🐾🐾🐾

Al día siguiente, las clases acabaron. El domingo cada uno se iría a sus casas a pasar las navidades en familia. Miriam intentó hablar con Ana en el descanso, pero esta la ignoraba. Cuando salieron, Miriam vio a lo lejos a Ana irse con Mimi. Les dijo a Agoney, Raoul, Mireya y Nerea que se iba a adelantar. Corrió hacia Ana y cuando la alcanzó la cogió de la muñeca.

Mi vida no es la misma sin ti | WariamUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum