Capítulo 7

2.8K 126 4
                                    

Ana sintió un cosquilleo en su tripa y abrió los ojos. Se fijó que tenía las manos de Miriam bajo su ropa, acariciando su vientre desnudo. Ana sonrió, le gustaba aquella sensación y que la leona la estuviese acariciando. No sabía que hora era, así que, con cuidado, cogió el móvil que había colocado en la mesita de noche al lado de la cama. Lo encendió y vio la hora. Eran las 6:30. También vio que tenía muchos mensajes de Mimi. ¡Mierda! Se le había olvidado por completo avisarla. También se fijó que la cama de Mireya estaba vacía. ¿Donde estaría Mireya?

Ana se tenía que ir a su habitación para ir a avisar a Mimi, pero quería seguir estando con Miriam. Se quedó unos minutos quieta, sintiendo las caricias que Miriam le hacía involuntariamente. Finalmente, se dio la vuelta y vio que la leona todavía seguía dormida. Así, más que una leona parecía un gatito inofensivo. Se quedó un rato mirándola, Miriam era guapísima aunque estuviera dormida.
Le empezó a acariciar la mejilla.

-Miriam... - susurró Ana mientras la acariciaba.

Miriam gruñó, no quería despertarse. Quería seguir durmiendo abrazada a Ana.

-Miriam, amor, me tengo que ir. Mimi está procupada por mí.

-No quiero que te vayas... Quédate aquí conmigo un ratito más.

Miriam pegó a Ana más a su cuerpo. Quería tenerla lo más cerca posible. Ana puso sus manos alrededor de su cuello y escondió su cabeza en él. Le encantaba estar así de cerca a ella y no quería por nada del mundo que este momento acabara, pero tenía que acabar, no quería preocupar más a Mimi.

-Miriam, enserio, me tengo que ir. Te prometo que luego si eso vuelvo. - dijo Ana.

-Jo... Con lo agustito que estaba...

Ana sonrió y la besó en la mejilla. Después se fue levantando poquito a poquito. Miriam la seguía con la mirada. Ana se cambió y antes de abrir la puerta, Miriam le dijo:

-Ana, gracias por dormir esta noche conmigo. Si no te hubieras quedado, no hubiera pegado ojo en toda la noche.

Ana sonrió y le mandó un beso con la mano. Después abrió la puerta y se dirigió hacia su habitación. Le encantaría volver a repetir ese momento con Miriam.

🐾🐾🐾🐾

Llamaron a la puerta. Mimi fue a abrir la puerta y quien estaba detrás de ella era Mireya.

-¿Qué haces aquí? - preguntó Mimi. - ¿No ibas a tu habitación a dormir?

-Sí, pero creo que alguien me la ha quitado. - sonrió Mireya.

-¿Quién? - dijo Mimi confusa. - Si es tú habitación.

-Pues díselo tú a Ana. - rió Mireya.

-¿Cómo? ¿Ana está allí? ¿Qué hace?

-No está sola, además está durmiendo muy bien. Están Miriam y Ana durmiendo juntas y abrazadas... Yo ya no sé que pensar. Bueno, ¿te importa que hoy duerma contigo? No quiero molestar a las enamoradas.

Mimi se quedó paralizada por lo que le acababa de contar Mireya. ¿Ana y Miriam durmiendo juntas en la misma cama? ¿Y encima abarazadas? Ana le debía muchas explicaciones.

Mimi abrió más la puerta y dejó pasar a Mireya.

-Pero, a ver. ¿Me estás diciendo que estas están durmiendo en la misma cama?

-Que sí, que sí. Que lo he visto con mis propios ojos. - rió Mireya.

-¿Tenían ropa? - preguntó Mimi con una sonrisa pícara.

Mi vida no es la misma sin ti | WariamWhere stories live. Discover now