Capítulo 10

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Miriam acabó de montar la tienda donde dormirían ella y Ana. Mientras contruía pensaba en lo que podría hacer para que Ana la perdonase. Tenía una idea, pero le gustaría saber la opinión de Mireya al respecto. Colocó los sacos de dormir en el interior. Al principio los puso muy juntos, pero después los separó ya que sabía de sobra que a Ana no le iba a gustar.

Caminó hacía donde estaban los demás. Al parecer todos ya habían acabado y no era de extrañar, ya que ella solita había montado prácticamente la tienda entera.

Todos estaban sentados en un círculo, con Los Javis en medio. Mireya se apartó un poco e hizo un hueco entre ella y Nerea. Miró a Miriam y dio unas palmaditas en el suelo, intentando decirla que se sentara allí. Miriam la hizo caso. Buscó a Ana con la mirada y la vio pegada a Mimi con una mano sobre su pierna. Bajó la mirada al suelo. Le encantaría estar así con ella, pero sabía que no podía estar por su culpa. Nerea la miró preocupada y la abrazó, dejándole un beso en su frente.

Los Javis comenzaron a hablar sobre las actividades que iban a hacer y lad normas que había. Quedaron en que ahora todos harían una barbacoa para comer. Después, tendrían un poco de tiempo libre y finalmente, a la noche, celebrarían una pequeña fiesta.

Se repartieron las tareas para la barbacoa: Ambrossi, Miriam, Mimi, Ricky, Raoul, Cepeda y Alfred cocinarían; y los demás prepararían la mesa y buscarían un río que supuestamente quedaba cerca de allí.

El grupo de Miriam encendió la barbacoa. Cepeda y Ricky llegaron cargados de suculentas piezas de carne. No tardaron mucho en ponerse a cocinar. Algunos del grupo, como Mimi y Ricky no habían preparado una barbacoa en su vida. Los demás tenían algo más de práctica. La que mejor sabía era Miriam, que en su pueblo ya había preparado unas cuantas.

Mimi, con ayuda de la gallega, intentaba cocinar los chorizos. Miriam se puso detrás suya y, con las manos sobre las suyas, guiaba a Mimi.

-Deberías enseñar a Ana hacer esto. Además se lo debes por ella enseñarte a patinar.

-No creo que sea un buen momento. Está enfadada conmigo.

-Ya, lo sé. Por eso mismo deberías aprovechar.

-Mimi, por favor, concéntrate en la carne que al final vamos a quemar algo.

Mimi rió y ambas siguieron cocinando. Al cabo de un rato, tenían la comida preparada y los demás al no llegar decidieron poner la mesa. Después se tumbaron un rato a descansar y esperar a que el otro grupo llegara.

🐾🐾🐾🐾

El otro grupo formado por Ana, Mireya, Amaia, Aitana, Agoney, Calvo, Nerea y Roi iban hablando animadamente mientras buscaban el río. Según el mapa que tenía Javi Calvo en sus manos, no debería estar muy lejos.

De vez en cuando, Roi se escondía entre los árboles y asustaba a los que se iban cruzando por su camino. La que más sustos se llevó fue sin duda Amaia.

Sin saber muy bien cómo, empezaron a discutir sobre si iban por buen camino o por mal camino. Mireya aprovechó ese momento y cogió a Ana de un brazo, apartándola de los demás.

-¿Qué haces, Mireya? - preguntó Ana desconcertada.

-No has perdonado a Miriam, ¿no?

-¿Por qué iba a hacerlo? Además, mientras montábamos la tienda ha habido un momento en la que no la he podido soportar.

-Ya, me lo ha dicho. Se arrepiente de aquel momento, no te quería molestar. Quiere que la perdones. ¿Lo harás?

-No eres tú la que me lo tienes que decir, tiene que ser ella.

Mi vida no es la misma sin ti | WariamWhere stories live. Discover now