U: Las aventuras del pequeño Flug

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En el despacho de Black hat llevaban padre e hijo compartían en silencio aquella tarde como habían hecho desde que Flug fue sacado del colegio. Mantener controlado al pequeño había sido muy difícil para el gran villano, siempre interesado por Joseph, por volver a verle y más cuestiones que aumentaban el dolor de cabeza que Black hat arrastraba por días. Por fortuna la muerte del doctor Greasestain había conseguido mantener ocupado al chiquillo, el ensombrerado lo nombró encargado de buscar al sustituto ideal de entre los currículos finalistas. Su opinión no era decisiva, ni siquiera importante pero por el momento estaba tranquilo.

Y ahí estaban en el despacho con Black hat en el sofá leyendo tranquilamente mientras Flug sentado en el sillón frente al escritorio estudiando los expedientes de los candidatos. Había un montón pero Flug los atendía tan emocionado que sus piernas bailaban rozando el suelo. El villano miró al niño después de un rato, se sentí bien esa situación, esa calma. Ahora era una estrategia para no tener al niño incordiando pero quizás en el futuro podría ser un miembro útil de su empresa. Mientras se deleitaría de esa paz.

—¡HOLA!

Lunática hizo acto de presencia entrando por la puerta con una gran sonrisa y lanzándose a abrazar a Black hat el cual reaccionó lanzándole el libro a la cabeza, acertando y tirándola al suelo.

—¿¡Qué haces aquí!? — gritó el villano tomando a la mujer por la corbata tan toja como la sangre que salía por su nariz. La figura de Lunática desapareció para reaparecer con el culo sobre el montón de expedientes, arrancando una queja de Flug viendo su trabajo estropeado.

—Teníamos un trato, cielo. — canturrea con extrema alegría.— Me lo debes no solo por el último trabajo sino por todos estos años, Hatty mío.

Los ojos rojos de la chica conejo se volvieron más brillantes, prueba de que el efecto de la luna llena escarlata de aquella noche estaba calando en su cuerpo. Su energía, su humor, su poder, todo ello incrementado por el satélite de aquel infesto planeta y la extraña relación que la villana tenía con él, sobretodo durante un eclipse lunar.

Aquella mirada no le gustaba a Black hat, era una mierda de superioridad, de confianza, de burla, de deseo y de locura. Era tan peligrosa como estúpida en ese estado, un recordatorio de que el poder debe estar en manos adecuadas y no desperdiciado en mortales.

—¿Qué trato? ¿Qué pasa?

Flug preguntó desorientado ante la escena, Lunática se giró con aquella cara que asustó al chiquillo. Black hat apretó los dientes, debía intervenir si no quería que Lunática se fuera de la lengua pero se le adelantó.

—Tu padre y yo nos hemos aliado.

—Que no liado. —matizó el villano.

—Para acabar con una alianza que andan metiendo las narices donde no les corresponde.

—Una alianza probablemente inexistente o sin demasiada relevancia.

—Necesito que me acompañe, entre los dos seremos más poderosos. Además—le susurra a Flug bajo la atenta mirada del villano— es prácticamente una cita.

—Lunática, mi jefecito no te quiere.

—Eso no lo sabes. —se giró confiada hacia el villano— ¿Me quieres?

—No lo sé, muérete a ver si lloro.

—¿Viste?

Ambos negaron al unísono por el comportamiento de la mujer, del mismo modo prefirieron dejar de lado el asunto, era imposible hacerla entrar en razón. Black hat prefería cerrar la conversación y ya después dejarle claro a Lunática que no iba a cumplir nada, que eran ideas descabelladas. Sin embargo Flug sí tenía ganas de charla en ese momento, si ambos adultos se iban, se quedaría solo en la casa, de noche. No le daba miedo la oscuridad, le criaba la misma oscuridad y maldad encarnada, no creía que ningún monstruo se escondiera bajo su cama o su armario, lo que no le gustaba era estar solo.

Villainous- Brillante estrella fugazWhere stories live. Discover now