G: Las aventuras del pequeño Flug

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Lunática observa a Black hat sentada en la silla frente al gran trono del villano. Flug hace rato que se ha ido a jugar y ha dejado a los adultos a solas. Ambos se miran a los ojos después de mucho tiempo sin hablar. Cada uno centrado en una cuestión. Lunática trataba de buscar la oportunidad perfecta para lanzarse a besar los bellos labios del de sombrero, y no solo sus labios claro. No pudo evitar morder su labio con las barbaridades obscenas que cruzan su mente. Black hat por su lado dista mucho de Lunática. Piensa, desconfía más bien, en la joven frente a él. Su reaparición, su contacto con el pequeño Flug, todo le hacía sospechar. Aunque era difícil para una persona tan inestable ser una mentirosa o una traidora encubierta. Debía tener cuidado, ser astuto, aprovechar que traía loca a la coneja para aprovecharse.

—Ha pasado mucho tiempo, Black hat. — le coqueteó.

—¿Dónde te habías metido? —preguntó.

Menos mal que iba a ser cuidadoso.

—Oooooh te preocupas por mí, te amo.

La chica se lanzó sobre el villano saltando la mesa, agarrando las mejillas del villano y plantando un apasionado beso contra el muro que eran los labios de Black hat, fruncidos del asco. Apartó a la loca lo suficiente para desplegar sus garras y arrancarle media cara de un zarpazo a la joven, mandando sus restos al otro lado del cuarto. El cuerpo cayó sobre el escritorio, desapareciendo como la ilusión que era y dejando ver a Lunática en su silla como si nada. Black hat estalló en furia. Era la vez número cincuenta y seis que la mataba sin éxito, tenía una habilidad asombrosa pero era un verdadero estorbo en ocasiones.

—Estaba un poco a mi royo. —comentó animada— Delitos menores. De aquí para allá. ¡He aprendido a hacer ensaladas! No todos tenernos tus increíbles habilidades de intocable, yo tenía toda la comunidad de superhéroes tras de mí porque creen que soy responsable de lo de Shining y Fly man. Que yo no hice nada, por cierto.

—Te creo. — contestó más relajado, casi curioso.

—Pues serás el único. Me alegra que después de tanto tiempo sigas creyendo en mí de la misma forma. —ahora su accionar era más calmado y racional. El villano deseó que durara para siempre así— Por eso he tenido que ocultarme hasta que se calmaran las cosas, ya sabes cómo se ponen los medios de comunicación y la opinión pública, hasta que se olvida de estas cosas...

—Has estado fuera por cinco años.

—¿Me has echado muy en falta, mi amor?

Arrugó el rostro con la sola idea de recibir muestras de afecto. Quiso vomitar y si podía ser sobre la villana, mejor.

—¿Por cuánto me has estado espiando?

—Quizás un año o dos. Pero no te preocupes mis labios están sellados con tus besos. Aunque ahora tienes a un mini cosito a tu cargo, es TAN cuqui. Dan ganas de trocearlo para añadirlo a la pizza hawaiana.

—Cállate, no hable de Flug. No lo mates. — gruñó amenazador.

—Matar lo vas a matar tú metiéndole en un colegio.

—Eso me recuerda que debo llamar al centro. —tomó el auricular y comenzó a apretar las teclas correspondientes. Cuando escuchó que comunicaba le dijo a Lunática—. No. Toques. Nada.

Por supuesto, Lunática no hizo caso. Caminó como si estuviera en su casa, toqueteando y husmeando cada cosa, prestando especial atención a todo lo que veía cambiado. Puede que fueran las mismas paredes negras estampadas, los mismos muebles, toda la decoración era exactamente la misma que hacía cinco años, quitando varios trofeos nuevos y alguna estatua que ya palparía más adelante. Desgastaría la figura del Black hat de mármol como con las demás. Se mordió el labio de la sola idea mientras jugaba con sus orejas.

Villainous- Brillante estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora