Villainous- Brillante estrella fugaz

K: Las aventuras del pequeño Flug

Joseph cayó al suelo embarrando su uniforme por tercera vez en esa semana. Con rozadoras y las rodillas heridas del día anterior respiró profundo mientras sentía el ardor recorrer su cuerpo. Dolía, vaya que si dolía. Pero nada de eso importaba, él plantaría cara a cualquier malvado, protegería a los suyos y a todo el que le necesitara, sería como su abuelo, un héroe.

Podía cebarse con él si querían, todo sea por proteger a su amigo de ese cruel destino.

Por el contrario Flug deseaba tener algún tipo de habilidad para acabar con esos chicos, hacerles sufrir todo lo que le han hecho sufrir a su amigo y más. Que pagaran. Que pagaran y con intereses. No se detendría aunque le suplicaran clemencia. Pero siendo realistas siempre decía lo mismo y nunca hacia nada, siempre encerrado en ese cobertizo hasta que pasa el peligro, viendo como su amigo le defendía aunque eso supusiera que terminara sangrando. Flug era un niño muy delgaducho y muy pequeño, no tendría nada que hacer contra tres niño más mayores y más fuertes, entrenados en el acoso escolar.

Sus abusones se rieron ante los vanos intentos del niño por levantarse. Cada vez que parecía ganar estabilidad uno de los niños lo empujaba de nuevo al suelo.

Una rutina diaria e interminable pero que ha cada cruda sesión aumentaban las vejaciones al nieto del León del aire. Joseph en ocasiones balbuceaba lo que aumentaba su desgracia.

-Podemos arreglar esto, por favor.- decía con una actitud propia de un joven héroe- No tenéis porque hacer cosas malas, os perdonaré si prometéis no volver hacer daño a nadie.

-No nos vengas con tus discursitos de héroe, inútil. -le gritó uno de ellos-¿No tienes nada mejor?

-No, si que tiene algo. - susurró el que parecía mayor mientras echaba ojeadas al cobertizo y a Joseph.

-¿Comida? - preguntó el tercero.

-No, idiotas. -gritó el mayor para después dirigir la atención al escondite de Flug.- Tiene a alguien. -el pánico no tardó en revelarse en Joseph causando satisfacción en sus abusones- ¿Nos has ocultado a tu amiguito? Eres un maleducado. Ahora sí que te mereces una buena tunda.

Flug retrocedió de la pequeña ventana donde veía la escena. Joseph se trató de levantar para proteger el cobertizo.

-No, él no tiene nada que ver, es solo un inocente.

-Entonces era verdad que escondes a alguien. Te has creído demasiado los cuentos de tu viejo abuelo. A por él.

Mientras dos matones trataban de agarrar a Joseph quien se revolvía por todos los medios el tercero se acercaba al cobertizo para sacar de allí a quien quiera que se escondiera. Flug tembloroso buscó la forma de escapar o muy a malas tratar de defenderse pero ahí no había nada que pudiera manejar todo era polvo y herramientas viejas y pesadas que solo le harían perder su oportunidad. Quizás hubiera algo en polvo para lanzarle a los ojos, arena o abono. Un pequeño y oxidado envase semi abierto fue su salvación y una bombilla se encendió en su cabeza.

Bingo.

Con cuidado de no cortarse, abrió más la lata en la que podía leerse una etiqueta medio quitada que ponía "mata ratas".

-¡No! ¡No! ¡No! ¡Dejadle en paz! - gritó Joseph cuando el matón abrió la puerta del cobertizo y metió su mano para sacar a Flug.

Flug salió lanzado contra el suelo hiriendo sus codos por la caída pero nunca soltando la bolsa del almuerzo que llevaba en las manos.

-Hey comida. - dijo el más glotón soltando al nieto de héroe para arrebatarle la bolsa a Flug que no opuso resistencia alguna, es más, parecía incluso ofrecérsela.