56. En el entretiempo

Start from the beginning
                                    

—Las balas no me hacen daño, señor —contestó estúpidamente. No podía evitarlo, siempre que le amenazaban con balas o con cosas que harían daño a humanos, él sin duda respondía diciendo que no le iban a hacer nada. Era una respuesta inmediata, sin siquiera pensarlo.

Por suerte, el hombre no lo tomó a mal. Sonrió aún más y dijo: — Esperemos que no ocurra nada para que testeemos esa teoría —definitivamente el Stilinski mayor tenía el mismo humor que sus hijos.

El shérif sacó la mano de su hombro y con una sonrisa que agradecía mucho más que lo que ya había dicho, se dio la vuelta. Antes de que se alejara demasiado, Derek le llamó. El hombre se dio la vuelta con las cejas alzadas. El gesto le recordó tanto a Sarah que por un segundo se olvidó de qué iba a decir.

—Creo que debería llevar a Sarah al médico —su padre abrió la boca para responder, pero Derek agregó antes: — Al caer tomé su mano y el impacto creo que le rompió algún hueso.

El ceño fruncido del hombre apareció como respuesta — ¿"Al caer"? —preguntó sin comprender. Y en ese momento quiso odiar a Scott. Él le mencionó que Sarah despertó justo al borde de la azotea del instituto y que si bien cayó, él la atrapó. Pero claramente Idiota McCall no le dijo eso al padre. Entonces era él quien debía romper la noticia al shérif de la ciudad.

—Sarah estaba en la cornisa del techo cuando le encontré —dijo con delicadeza—. Estaba dormida y antes de que pudiera sacarle de ahí, despertó y cayó. Logré agarrarle de la mano antes de que cayera, pero al hacerlo creo que el impacto le rompió algún hueso —respondió repitiendo sus palabras. Había oído al señor Stilinski preguntarle a su hija si estaba bien o herida, y ella como siempre negó para que no se preocupara. Pero Derek no iba a dejarle que hiciera eso cuando podía ser que su mano estuviera quebrada.

El shérif quedó callado, procesando la información. Unos segundos más tarde alzó el rostro hacia la azotea del instituto, como si se estuviera imaginando la escena. Derek no supo si debía interrumpir su hilo de pensamiento o no. Así que recurrió a sus otros sentidos. Podía oler que el señor Stilinski había incrementado levemente su miedo y ansiedad. Su oído captaba su corazón palpitando con rapidez.

Eran reacciones normales cuando alguien le mencionaba lo que Derek acababa de contarle, pero por alguna razón el lobo sentía que había más detrás de ello. Como si hubiera encontrado conexión entre lo que ocurrió con Sarah y otra cosa. No preguntó y el hombre definitivamente no le contó qué pensaba. Asintió y volvió a agradecerle por salvar y encontrar a su pequeña.

Se dio media vuelta y entró al vehículo. Encendió el motor y se alejó del instituto lo más rápido posible.

•••

Cuando el señor Stilinski apagó el motor del auto, no se pudo mover del asiento. Sabía que debía salir de ahí y pedir ayuda para que pusieran a sus hijos en dos camillas. Melissa debía chequearlos. Pero se vio incapaz de moverse. Su cuerpo aún estaba temblando de todo lo que había ocurrido en una noche. Desde que Derek Hale entró a su estación para decirle que sus hijos estaban desaparecidos y probablemente en peligro, hasta que encontró a los dos sanos y salvos. Casi sanos y salvos.

Si Derek decía la verdad (cosa que así se suponía, pues ¿qué ganaría con mentirle al shérif?), Sarah probablemente tuviera la muñeca quebrada. Stiles necesitaba un baño pero dentro de todo, el varón de sus hijos no estaba herido.

Paranoia [Teen Wolf]Where stories live. Discover now