59: Explosión

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Narra _____

Embarazada.

Estaba embarazada.

Me encontraba en mi habitación, recostada, con las manos en mi abdomen. No lo podía creer. Una sonrisa invadió mi rostro, y ,aunque mi temor por la reacción de Jace no se había ido, me encontraba más feliz que nunca. Hace dos años no podría haber imaginado todo esto, pero estaba sucediendo. Estaba a punto de dormirme, cuando el sonido de la puerta me sobresalto. Ví a Jace entrando en la habitación, y las manos comenzaron a sudarme, y un temblor recorrió todo mi cuerpo. Él se acercó y me dió un casto beso en los labios, para luego sentarse junto a mí.

- Hola - me dijo sonriente.

- Hola - le respondí de la misma forma - ¿Sucedió algo? - le pregunté.

- No, solo quería verte¿Tiene que suceder algo? - preguntó, pero supe que estaba mintiendo.

- Jace... - dije en tono de advertencia - No tiene que pasar algo para que quieras verme. Pero se que en este caso pasa algo - el suspiro. Parecía frustrado.

- Bueno, es que... Hoy llega un nuevo cazador. La Clave envió un mensaje de fuego... Pero ya sabes lo que pasó la última vez. Solo quiero que estés bien - dijo, y sentí mis ojos arder. No se si eran las hormonas, pero en verdad me estaba afectando. Me senté en su regazo, y lo abracé fuertemente - Hey, ¿Que pasa? - me preguntó separándose un poco para mirarme fijamente a los ojos.

- Bueno... - removí mis dedos detrás de su nuca nerviosa - Y-yo tengo que decirte algo - dije.

Él asintió para que siguiera hablando, pero cuando tomé el suficiente valor, alguien llamó a la puerta. Yo me puse de pie, mientras sentía la mirada curiosa de Jace sobre mí, y abrí la puerta. Alec estaba allí de pie, tamborileando su pie contra el suelo.

- Alec ¿Paso algo? - pregunté.

- Sí, bueno, llegó el nuevo cazador. Los espero en la biblioteca - dijo.

- Bien, ya vamos - dije. Él asintió, y luego ví como se marchaba.

En menos de un segundo, Jace estaba junto a mí, y su mano estaba entrelazada con la mía. Estaba nervioso, y yo sonreí ante su reacción.

- Oye tranquilo, no va a pasar nada - le dije. Él volvió a suspirar.

- Eso espero - dijo, y emprendimos camino hacia la biblioteca - ¿Que ibas a decirme? - preguntó, y el nerviosismo se apoderó de mi nuevamente.

- Nada, luego te digo -.

[...]

Estábamos frente a las puertas de la biblioteca. Jace tomó mi mano con más fuerza que antes, pero no la suficiente como para lastimarme. Con un último suspiro, abrió las puertas, y al ver quien se encontraba adentro, mi corazón se detuvo. Estaba con una taza de té en una mano, mientras reía, pero cuando su mirada se encontró con la mía, paro de reír. Dejó la taza en la pequeña mesa que había frente a él, y se puso de pie, no obstante, yo me quedé estática en mi lugar. Mis piernas temblaban, y sentí que iba a caerme en cualquier momento, pero Jace me sostuvo por la cintura para evitarlo. Nos dirigió un par de miradas a ambos, y luego paro en mi.

- ¿Lo conoces? - preguntó en mi oído, haciéndome volver a la realidad.

Yo solo asentí. Me solté de su agarre como pude, y corrí hacia el hombre de unos treinta y tantos para colgarme de su cuello como una niña pequeña. Sentí mis mejillas mojadas, y note que las lágrimas que había contenido hasta entonces, habían salido. Luego de unos segundos, me separe de él.

¿Nephilim o Mundana? (Jace Wayland y Tú) EN PROCESO DE EDICIÓNWhere stories live. Discover now