14: In Speculo

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✓Editado✓

Narra _____

Al despertar todo era muy confuso. Mire mi reloj, y eran las ocho de la mañana. Empecé a observar todo a mi alrededor y me percate de que estaba acostada junto a Jace. Me molesté mucho, pero lo que más me molestó, fue que él ni se inmutó por la situación. De seguro él me había dejado aquí.

- ¡¿Qué haces?! - dije molesta, pero en cambio él estaba tan tranquilo como si hubiera sido una mañana ordinaria en su habitación.

 - Qué haces tú, - comenzó a decir - te dejé ayer en la noche en mi cama para que durmieras y amanecimos así... Es difícil resistirse a todo esto ¿Verdad? - se señaló a si mismo egocéntricamente, lo que me puso más furiosa. Le lancé una mirada cargada de cólera.

- ¡¿Enserio crees que yo me acosté junto a ti?! - dije escandalosamente - ¡Claro! Después de que impediste que regresara a mi casa y me mantuviste de rehén es obvio que quisiera quedarme contigo. - el sarcasmo era evidente en mi voz. Suspiré - Eres un idiota Wayland - me puse de pie e intente salir corriendo por la puerta, pero él se interpuso en el camino, otra vez.

 Antes de que yo tomara el picaporte, Jace estaba sosteniendo mis muñecas a unos pocos centímetros de mis hombros. Me miró curioso y frunció el ceño, como si tuviera algo extraño en mi rostro. Sacudió levemente la cabeza, como si hubiera estado hipnotizado, y cerró y abrió los ojos.

- Mira... - tragó saliva - Yo no tuve nada que ver, tu debiste haberte caído en la noche, y mientras dormíamos quizá quedamos en esa posición. - aflojó un poco el agarre de mis muñecas - Pero, ¿Podrías calmarte un poco? Desde que te traje no has hecho más que escándalos.

- Bien - solté mis muñecas violentamente de él e intenté serenarme. Comencé a caminar y me senté en su cama.

- Ahora - cambió de tema, y se sentó junto a mi - ¿Quieres decirme porque estabas llorando? - en ese momento entendí porque me miraba curioso. Palpé mi rostro, y note par de lágrimas secas sobre mis mejillas.

- No lo sé. - dije - Supongo que lloré mientras estaba dormida, - bajé la mirada hacia pies, en los cuales solo estaban mis calcetines blancos - tuve otra pesadilla.

- ¿Quieres contarme? - preguntó curioso.

- No te interesa - dije comenzando a ponerme mis botas.

- Oye, en verdad estoy intentando llevarme bien contigo y que los próximos meses no sean un calvario para ambos, pero me lo estás poniendo muy difícil - dijo. Yo suspiré.

- Bueno... Soñé con mi hermano otro vez. - tragué salive y tome aire - Estaba en nuestra casa en Idris, en mi habitación, él estaba arrodillado y con las manos atadas. Sus muñecas no paraban de sangrar. Junto a él estaba un hombre... O una mujer, - tragué saliva sonoramente, para aminorar el nudo en mi garganta - estaba detrás de él y... Tenía una espada en la garganta de Jaime, amenazándome. Mi hermano me suplicaba que le diera lo que pedía, pero yo no podía escucharlo. Por más que hiciese todos mis esfuerzos, Jaime seguía suplicando, porque si no lo matarían, y... - comencé a hablar rápidamente. Jace colocó una mano en mí espalda, haciendo que una puntada perforara mi estómago.

- Oye si no puedes no... - dijo él cautelosamente, pero no lo dejé terminar

- ... Y le atravesaron la garganta. - dije, con un tono más frio del que había pretendido - Luego vi correr su sangre por la alfombra de mi habitación, y formaba una frase. - lo miré a los ojos - In Speculo.

¿Nephilim o Mundana? (Jace Wayland y Tú) EN PROCESO DE EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora