37: Reconciliación y ¿Algo más?

4.5K 277 11
                                    

✓Editado✓

Narra _____

- Jace no sigas - dije con un hilo de voz, pero mis palabras se perdieron en el aire.

- Y no puedo hacer nada para borrar lo que dije, pero si puedo desmentirlo, y asegurarte que lo que dije no es verdad. Estaba ebrio, y no sabía lo que decía. Y créeme que si lo hubiera sabido, lo único que te hubiera dicho... - sabía lo que iba a decir, y eso solo me lastimaba más, porque nadie me podía asegurar que era cierto, y ya no podía sufrir más. Ya no quería sufrir más.

- Por favor no sigas - mis palabras, nuevamente, fueron en vano.

- Es que te amo. Y eres la única mujer a la que he amado en años - en ese momento una gran cantidad de emociones me invadió.

- No puedo - dije negando con la cabeza gacha mientras miraba hacia otro lado.

- ¿Qué no puedes? - preguntó.

- No puedo pasarme la vida compitiendo con Clary - alcé un poco la voz.

- ¿De qué hablas? - dijo incrédulo.

- Jace, por favor. - solté una risa amarga - No soy estúpida. Cuando ella aún estaba con nosotros, noté cómo la mirabas. Sé que seguías enamorado de ella, y no te culpo. Entiendo que una relación tan dura como la que tuvieron deje una marca, y entiendo que su lazo sea difícil de romper, y tal vez nunca lo haga. Pero no me uses en la superación de tus malditos traumas, porque ¿Adivina qué? Yo también los tengo, y no sabes cuanto me costó decirte que te amo, a causa de ellos, lo cual solo hizo que ahora sean más difíciles de superar. - volví a tomar la canasta, y dije con voz temblorosa - Así que si no te importa, déjame sola con mi corazón roto. - le di la espalda y miré sobre mi hombro - Tú no me quieres. Tú me necesitas - y dicho esto comencé a caminar. 

- ¿En serio crees eso? - me tomó por el brazo - Porque no se lo que te dí a entender estando ebrio, o incluso en todos estos últimos meses, pero yo estoy seguro de que te amo. Y tienes razón, Clary dejo una marca en mí, así como estoy casi seguro de que esos traumas que tienes también lo hicieron contigo. Créeme cuando te digo que te quiero en mi vida. Te quiero en cada minuto, día y año que yo este aquí. Junto a mí. Porque te amo. Y así como tu me ayudaste a superar esas emociones que no me dejaban continuar con mi vida, yo te ayudare a superar las tuyas. - entrelazó nuestras manos - Pero no lo harás sola, porque yo voy a estar junto a ti. Y sí, también te necesito, más no de la forma en la que tú piensas. Te necesito cada mañana para poder respirar, y cada noche para dormir tranquilo. No eres ni por lejos una persona pasajera en mi vida. Para nada.

Todo fue silencio por unos minutos. Ese silenció en el que nuestros ojos se conectaron, como había deseado que lo hicieran desde que había despertado. No me sentía incomoda para nada. Algo en mi interior comprendió, finalmente, que lo menos que podía darle a aquel rubio rompecorazones que se me estaba declarando, era una oportunidad.

Una sonrisa se había dibujado en mi rostro, sin dejar mostrar mis dientes. Los labios de Jace también se arquearon, y nuestras manos seguían entrelazadas.

- Será mejor que digas algo antes de que te lleve a un portal hacia el Instituto como lo hice la primera vez - dijo sin apartar su sonrisa.

Yo me abalancé sobre él, y lo besé. Ya no soportaba más no hacerlo. Al principio el beso era delicado, y podía sentir el salado sabor del lago, causado por el agua que había entrado en mí. Los brazos de Jace se deslizaron a mi alrededor, sus manos anudándose en mi cabello, y las mías en los suyos. El beso dejó de ser delicado, para convertirse en fiero. Todo en único momento. Hasta que nos separamos por la falta de aire. Nuestras frentes seguían unidas, tal como imanes, y nuestras respiraciones agitadas parecían conformar una misma, al igual que nuestros cuerpos encajaban perfectamente. Los dos sonreímos estúpidamente por unos segundos, y luego él me miró a los ojos. 

- ¿Ahora vas a decirme por qué estabas nadando? - me preguntó.

Yo me tensé de solo pensar en el recuerdo de Adam. Me separé de Jace, sin soltar su mano, y tomé la canasta en la otra. Los dos comenzamos a caminar por entre los arboles que desprendían hojas.

- No tiene importancia - dije mientras jugueteaba con mi labio inferior.

- Eres una pésima mentirosa, ¿Sabes?Siempre muerdes tu labio cuando lo haces - dijo riendo.

- Bueno... te lo diré si prometes que no te alterarás - le advertí.

- De acuerdo.

- Yo me acerqué al lago... Y... - estaba nerviosa de como podría reaccionar - Sentí unos pasos detrás de mí. Cuando me dí vuelta... Adam ya me sostenía por el cuello, él estaba encima mío en suelo y... - hablé rápidamente para poder terminar, pero como lo esperaba, Jace se enrojeció de la furia y se detuvo en seco para interrumpirme.

- ¡¿QUÉ?! - chilló.

- ¡Prometiste que no ibas a alterarte! - chillé yo también.

- Bien - se rindió molesto.

- Y me entregó un mensaje de Jason. - noté como se tensaba más a medida que hablaba - Dijo que pronto nos veríamos las caras, y que esta vez no iría con unos simples guardias. Luego me azotó contra un árbol y me lanzó al lago. Yo nadé hacia la orilla, y luego apareciste tú - Jace me rodeó con sus brazos mientras seguíamos caminando.

- Lamento no haber llegado antes - dijo, y luego beso mi cabeza.

- Descuida, probablemente te hubiera arrojado al lago - bromeé.

- Hubiera sido una lástima. - parecía buscar algo en uno de los tantos bolsillos de su chaqueta. Y luego sacó una caja pequeña aterciopelada - Porque hubieras arruinado ésto - se detuvo en su lugar, y yo me paré frente a él.

- No tenías que traer una ofrenda de paz - le dije bromeando.

- No es una ofrenda de paz - dijo en un  tono un tanto divertido. Luego se arrodilló frente a mi, inclinando la caja, para abrirla lentamente. Yo me petrifiqué frente a él.

¿Nephilim o Mundana? (Jace Wayland y Tú) EN PROCESO DE EDICIÓNWhere stories live. Discover now