1: Un Extraño En Mi Departamento

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✓Editado✓

Narra _____

Nunca tuve un entrenamiento adecuado. Después de la muerte de mi hermano, mis padres no quisieron arriesgarse conmigo. Aunque nunca me llamo demasiado la atención, supuse que no era necesario, vivíamos en Idris. Pero ese día... Ese día, hace un año, deseé haber comenzado a entrenar desde que nací. Eran unas tranquilas vacaciones familiares en Alemania, hasta que ese demonio mayor atacó. No recuerdo mucho, solo se que salimos a dar un paseo nocturno, ya que no había habido actividad demoníaca hace un largo tiempo, y de un momento a otro apareció frente a nosotros. Mi madre me gritó que corriera a casa, y lo hice. Mientras corría escuche a mi padre decir que si no volvían a la casa donde nos estábamos alojando, que me largara al departamento de mi hermano en New York. Hice lo que me dijeron. Esperé y esperé, pero nada.

Esa misma noche, en la madrugada, recibí un mensaje del inquisidor. Mis padres habían muerto. Me dijeron que los enterrarían en New York, así que tomé unas maletas, empaqué toda mi ropa y me fui. Al estar en la ceremonia reviví la muerte de mi hermano, Jamie Colbung. Murió en un combate con un demonio mayor, igual que mis padres.

Luego de aquel suceso, me marché al departamento de mi hermano, deseando no volver a saber nada del mundo de las sombras. Realmente me sentía a gusto allí. No me afectó mucho la muerte de mi hermano, puesto a que nunca supe mucho de él. Murió cuando yo tenía cuatro años, es lógico que a mis veintitrés no lo recuerde demasiado. Cuando llegué, todo estaba cubierto de polvo, los muebles estaban tapados con sabanas blancas y llenos de telarañas. El armario tenía la ropa de mi hermano aún.

Mientras recorría la habitación, encontré una fina cadena de plata, con un dije colgando, una J. Aquel detalle era lo que más recordaba de él. Siempre la llevaba colgada. Recuerdo juguetear con ella mientras se la quitaba al tomar una ducha o cocinar. No lo dudé y me la puse, de alguna manera se sentía reconfortante, era como si estuviera ahí conmigo.

Pasaron los meses, y me acostumbré a la vida mundana, no tenía amigos en realidad, era solitaria, pero aquella soledad había empezado a gustarme.

El día transcurría normalmente, mi plan era cocinar algo e irme a dormir, era el aniversario de la muerte de mis padres, y casi no tenía ganas de hacer nada, pero llamaron a mi puerta. Miré por el pequeño agujero en la madera y parecía ser un hombre, pero no ví su rostro, me daba la espalda. Vagamente abrí la puerta, y entonces lo ví. Era todo un cazador de sombras, alto, cubierto de runas y tenía pequeñas cicatrices en todas partes.

- ¿Eres _____ Colbung ?- preguntó él.

- Depende - dije en desconfianza, me arrepentí de abrir la puerta.

- Soy Jace Wayland, me enviaron a buscarte - dijo fríamente.

- ¿Por qué? - pregunté.

- La directora del Instituto de New York quiere verte.

- ¿Quien es la directora del Instituto? - dije.

- Ah, Maryse Lightwood - dijo ya un poco harto.

- Ya les dije que no quiero saber nada del mundo de las sombras - iba a azotar la puerta, pero un pie lo impidió.

- Si fuera tú iría, no quieres verla enojada - Jace entró en el departamento lentamente.

- Pues no me importa - me apegué al sofá. Su presencia me intimidaba.

- Me dijo que te llevara por las buenas... - comenzó a decir muy tranquilamente - Pero creo que a ti hay que llevarte por las malas - se acercó a mí y me tomó por las piernas, dejando mi torso sobre su hombro, y emprendió camino hacia el Instituto de New York.

¿Nephilim o Mundana? (Jace Wayland y Tú) EN PROCESO DE EDICIÓNWhere stories live. Discover now