24: ¿Premoniciones?

5.6K 356 3
                                    

Narra ____

Luego de protestarle un poco a Jace, conseguí que me dejara dormir unas horas más, lo cual no fue difícil, porque logré quedarme dormida otra vez en unos pocos segundos. Aunque hubiera preferido no hacerlo.

Era de noche, y caminaba por el Instituto, o más bien parecía huir. Una figura se apareció frente mí, pero no podía ver su rostro. Me tomó por los brazos, tapó mi boca, y me obligó a cruzar por un portal. De pronto aparecí atada en una fría superficie metálica, y el mismo hombre que me llevó a la fuerza estaba frente a mí, pero seguía sin ver su rostro. Intenté incorporarme un poco, pero la correa era demasiado fuerte, aunque llegué a notar una aguja clavada en las venas del centro de mi brazo, y un fino conducto que llevaba a una bolsa que colgaba de un atril metálico… Y lo comprendí. Me estaban extrayendo la sangre, dejándome morir lenta y dolorosamente.

Me desperté sudada y temblando, con la respiración entrecortada. Rogaba por que Jace no estuviera allí. Se preocupa demasiado cuando tengo esa clase de pesadillas, y más ahora que se están convirtiendo en realidad. Me llevó un segundo darme cuenta de que no estaba sola, sino que Isabelle estaba junto a mí con una bandeja que parecía tener algo de comida.

- Izzy ¿Quéue haces aquí? - le pregunté, mientras mi respiración se normalizaba.

- Venía a traerte el desayuno - dijo preocupada - ¿Pero qué pasó?¿Otra vez la misma pesadilla? - dijo intentando tranquilizarme - Ya te dije, no le prestes atención. - cambió de tema - Ahora, traje un rico desayuno para la cumpleañera más bella - me cercó la bandeja.

- Gracias Iz. - le di un fuerte abrazo - Pero en realidad no tengo tanta... - no quería acabar en el hospital por una intoxicación, por más que muriera de hambre.

- Lo compré - dijo ella. Me conoce bien.

- Ay, gracias a dios. - tomé un plato de moras que había en la bandeja - Moría por algo de comida.

- De acuerdo, ya casi es mediodía, así que aliméntate bien, porque tendremos un día de chicas y no comerás nada hasta en la noche.

- ¡¿Mediodía?! - mire mi reloj, y efectivamente así era.

 Terminé mi desayuno rápidamente, cepillé mis dientes, mi cabello y me vestí. Mientras hacía todo esto olvidé por completo que tenía que contarle a Izzy sobre El Cristal, por lo que una vez que terminé de arreglarme, me senté junto a ella en la cama.  

- Mm... Iz tengo que decirte algo.

- ¿Qué pasa?¿Está todo bien? - preguntó ella.

- Es que... - le expliqué todo, desde la conversación que tuve con Jace en la cocina, hasta que escondimos El Cristal - ... No te dije donde lo escondí porque eso sería ponerte en peligro, y eres como una hermana que no soportaría perder por mi culpa.

- Es mucho... Enserio, cuatro instrumentos, y tú… - se percató de la situación - ____ estás en peligro y… - la interrumpí.

- Izzy, ya lo sé. Por eso necesito que si algo llegara a pasarme impidas que Jace, Alec o quién sea… No traten de salvarme. Eso los pondría en peligro a todos. Si tienen que quitarme sangre lo harán pero nunca sabrán donde está El Cristal, entonces dejaran de buscarlo, porque si no se lo dejo a nadie ya no servirá. Lo único que quiero es que el Instituto lo conserve, pero nadie en especial. - sequé las lagrimas que Isabelle acababa de derramar - Izzy necesito que los detengas.

- No. - me abrazó - No hables como si fueras a morir. Si llegara a pasar... los detendré, pero no vamos a dejar que nada malo te pase - nos separamos.

- No lo comentes con nadie, por favor. Ni con tus padres, no los pondré en riesgo. Menos a Jace, no le digas nada de lo que hablamos. Él se preocupa mucho con este tema, ya lo sabes - no podía dejar que Jace se preocupara más.

- Sí, yo no les diré nada. Ahora vamos… - se puso de pie y me tendió la mano con una sonrisa - Nuestro día de chicas espera.

Cuando íbamos por el pasillo vi a Alec caminando, y tenía que hablar con él.

- Iz, tengo que decirle algo a Alec, pero no tardare mucho, si quieres ve a tu habitación, iré en un segundo - le dije.

- Sí, como quieras. - me sonrió - Pero no te tardes, nos encontraremos en la puerta con los chicos a las ocho - yo asentí, y ella se encamino a su habitación.

Camine hacia donde estaba Alec.

- Alec, que bueno que te encuentro… - le dije aliviada - Necesito hablar contigo.

- Sí ¿Qué pasa? ¿Algo con el cristal? ¿Ya se lo dijiste a Izzy? - me preguntó él.

- Si ya se lo dije, y sí, lo que quiero hablar contigo tiene que ver con El Cristal. - miré un poco paranoica hacia los lados - Mira, tuve un sueño, y como últimamente se han estado cumpliendo... - vacilé un momento, pero luego le conté todo lo que había soñado, hasta el más mínimo detalle - Alec, traía la misma ropa que elegí con Isabelle para ponerme hoy en la noche. Sí llegara a pasar hoy, necesito que hagas lo que te pedí, y que le digas a Jace que por nada del mundo, descuide el cristal.

- No lo se... Es muy peligroso, t-te cuidaremos, pero no puede pasar - estaba un poco desesperado.

- Pero en algún momento pasará. - le dije - Solo dime que, llegado el momento, harás lo posible para que ninguno de ustedes vaya a buscarme, y que le dirás a Jace que no entregue El Cristal a nadie .

- Bien. - me abrazó - Pero te cuidaremos, y no dejaremos que nada malo te pase, en especial Jace - luego de decir esto me soltó, y sin ninguna explicación se marchó. Luego yo me fuí al cuarto de Isabelle.

¿Nephilim o Mundana? (Jace Wayland y Tú) EN PROCESO DE EDICIÓNDär berättelser lever. Upptäck nu