57: Batalla I

1.9K 106 1
                                    

Narra Jace

Seguíamos en la misma posición que hace unos minutos. Gracias a la lejanía del lugar, no éramos capaces de oír lo que decían, pero _____ parecía estar estupefacta. No se que le había mostrado Jason, pero estaba seguro de que eso la había dejado así.  Luego él se dió vuelta, y Adam todavía no soltaba a _____, lo que me estaba poniendo cada vez más impaciente. La dió vuelta y comenzó a besar su cuello, eso para mí fue suficiente, y, a pesar de las quejas de mis compañeros, salí disparado hacia ellos. No fui conciente del trayecto, pero sí de como la arrojaba al suelo y comenzaba a manosearla, sin la posibilidad de que pudiera defenderse. Tampoco fui conciente de el momento en que empecé golpearlo, pero lo hice. Lo hice como nunca antes había golpeado a alguien. La rabia me había consumido por completo. Ya no era yo mismo. Pero de un momento a otro, pase de estar sobre él, a estar debajo de él. Podía esquivar la mayoría de sus golpes, y no era dificultoso. Sentí un gran poder recorrerme, y supuse que el causante de ello era mi sangre de Ángel. Pronto deje de esquivar sus golpes. Sus puños ya no se movían en mi dirección. Estaban inmóviles, al igual que su cuerpo. El calor de este se disipaba, dejando sobre mi un cuerpo frío, y totalmente indefenso. El ruido metálico que proporcionó un arma al caer al suelo, resonó en mis oídos, y de un momento a otro sentí como alguien se sentaba en mi regazo, y envolvía mi cuello con sus brazos.

Narra _____

Las lágrimas recorrían mi rostro, mientras que Simón e Izzy sostenían mis brazos para no lanzarme sobre Adam. Cuando Jace quedó debajo de él, sentí el pánico en cada una venas. Estaba lastimando a alguien que quería. A alguien que amaba. Ya no iba a permitir que eso pasara. Me libere de los brazos de mis amigos, mientras tomaba un cuchillo serafín de Izzy. Tras mencionar su nombre, me acerque a Adam. Todo fue muy rápido. Había hundido el cuchillo en su piel, y este había caído al suelo, al igual que el arma había resbalado de mis manos. Fuí hacia Jace, y lo abrace con todas mis fuerzas.

- Por el Ángel teñido - dije con voz trémula.

Antes de que Jace pudiera formular una respuesta, unos aplausos resonaron en la atmósfera. Me volví a Simon, Izzy y Alec, que miraban detrás nuestro, con una mueca de horror. Seguí la dirección de su mirada, para encontrarme con Jason de pie, a unos metros de donde Jace y yo nos encontrábamos.

- Que escena tan... conmovedora - dijo Jason en tono irónico - ¿Aún no les dices quien soy? -.

Jace y yo nos pusimos en pie, y todas las miradas se posaron sobre mí. Los únicos ruidos que inundaban el ambiente, eran las respiraciones agitadas y calurosas de los demonios, sumado a los lejanos ruidos de la ciudad de New York.

- Jason es otro experimento de Valentine. La sangre de demonio corre por sus venas. Cuando Valentine no vio efectos en mi, lo abandonó a él y a los demás niños. La Clave los encontró y masacró, pero el sobrevivió. Me ha seguido desde entonces - replique suavemente. Pude notar como todos estaban estupefactos.

- Veo que trajiste soldados a la guerra - añadió él - pero esta batalla es entre tu y yo Colbung - me señaló.

- No vamos a dejarla sola - dijo Jace dando un paso hacia el frente.

- Pues yo creo que sí. - mencionó Jason. Una horda de demonios los rodeó, dejándonos fuera del círculo a mi y a Jason. Todos se pusieron a la defensa, más los demonios no hacían nada - Atacarán cuando yo quiera. Así que te propondré un trato -.

- ¿Sobre que? - escupí. Mirándolo de manera despectiva.

- Tu y yo pelearemos. Si me matas, los demonios van a evaporarse conmigo. Los dejaré en paz. Pero de lo contrario, usaré tu sangre para invocar al Ángel Raziel, y tus amigos podrán irse - dijo dando pasos hacia mí.

- No es justo. Déjala en paz, ella no tiene tanta experiencia. Pelea conmigo - dijo Jace.

- Dejaremos que ella decida - dijo Jason sin dejar de mirarme.

Por unos segundos el silencio se instaló en la atmósfera. Mi mente divagaba. Daba mil vueltas al asunto, y si bien yo no tenía tanta experiencia, no iba a arriesgarme a que algo le pasara a mis seres queridos. Una vez que obtuve la respuesta en mi mente, le dirigí una mirada a Jace. Con sus ojos dorados, me rogaba que no lo hiciera, que no aceptara. Lo sabía, lo conocía muy bien. Volví mi mirada hacia Izzy. Me miraba con un dejó de preocupación. Ella tanto como yo, sabíamos una de las posibles causas de mi malestar, y sabía que esa idea no iba a salir de su cabeza hasta que no lo confirmara. Sentí un cosquilleo en mi estómago. El hecho de pensar en eso, me hacía sentir extraña. No creía que fuera posible, pero tampoco creí que hoy estaría frente mi enemigo, rodeada de demonios, pensando en mi novio y mis amigos. En querer protegerlos. Tampoco habría pensado que podría llegar a estar embarazada de un hombre al que amo, y que estaría entre la espada y la pared. No pensé que fuera a debatirme entre ser una nephilim o una mundana, pero nada de eso importaba ahora. Porque había sucedido, y no estaba dispuesta a perder todo lo que había conseguido con el paso el tiempo, sin luchar. Estaba dispuesta a dejar lo último de mi para conservarlo.

¿Nephilim o Mundana? (Jace Wayland y Tú) EN PROCESO DE EDICIÓNWhere stories live. Discover now