Sarah e Isaak se fueron en autobús al centro del pueblo. Y yo me dirigí a casa de los Parker, para romper con su hijo. Después de unos quince minutos andando ya estaba delante de su puerta, pero era incapaz de llamar al timbre. No quería romper con Oliver, yo le quería. Joder, estaba enamorada de él. No obstante, debía hacerlo. Me armé de valor y llamé al timbre. Oliver no tardó ni treinta segundos en abrirme la puerta, lo primero que hizo fue ir en busca de mis labios pero si me besaba no sería capaz de hacer lo que tenía en mente, así que me aparté. En ese momento Oliver supo que aquel era el final. Sin decirme nada me dejó pasar dentro. Nos quedamos en la cocina, uno en frente del otro. La tensión se podía cortar con unas tijeras ahora mismo. Oliver estaba esperando a que yo dijera algo, y yo estaba esperando a que a él se le ocurriera algunos de sus comentarios tan fuera de lugar pero a la vez graciosos. Eso no iba a pasar, tenía que ser yo la primera que hablara, y él lo sabía.

—Tenemos que hablar— me senté encima de la encimera.

—No me asustes... ¿De qué quieres hablar?— Iba a acercarse a mí, pero no lo hizo. Se quedó a unos metros de distancia. Tenía miedo de que al acercarse a mí yo me apartara de él, como había hecho en la entrada. Tenía miedo al rechazo, y yo no me había dado cuenta hasta ahora. Ahora mismo me siento la peor persona del mundo.

—Lo he estado pensando mejor, y no creo que esto esté funcionando— estaba diciendo todo lo que se me pasaba por la cabeza en ese momento sin ni siquiera pensar que era lo que decía. Oliver parecía algo confuso, así que intenté explicárselo mejor. —Lo nuestro. Quiero decir que nuestra relación no funciona. No puedo seguir así, quiero más.

—¿Quieres más? Allison vamos a tu ritmo, no queríamos precipitar las cosas, ¿recuerdas?— se pasa las manos por el pelo deshaciéndoselo. Estaba jodidamente atractivo, pero tenía que quitarme ese pensamiento de la cabeza. Tenía que centrarme.

—Sigo sin explicarme bien. Oliver, quiero romper contigo. Necesito estar sola y centrarme en mí misma. Quiero encontrarme, ahora mismo no sé quien soy— esta es la peor excusa que se me ha podido ocurrir.

—¿Por qué quieres romper conmigo? Pensaba que estábamos bien. Anoche estabas bien, sabía que me ocultabas algo, pero no pensaba que era esto exactamente. ¿Qué ha cambiado?— estaba nervioso, era fácil detectarlo. También podía ver lo dolido que estaba. Verlo así me partía el corazón.

—¿A quién vamos a engañar? No íbamos a durar ni dos meses. Lo mejor es dejarlo ahora para que después no nos afecte tanto— eso era lo peor que le podía decir a Oliver, el tenía esperanzas en nosotros. Estaba apunto de derrumbarme. Sigo pensando que esta era la mejor opción para no hacerle daño a Isaak.

—No, me niego a creerte. Tiene que haber otro motivo por el que has decidido romper conmigo. Yo sé que me quieres. Joder Allison, incluso te propuse irnos a vivir juntos. ¿Por qué me estás haciendo esto? ¿Es una broma?— Intenta cogerme de las manos pero antes de que llegue a hacerlo me aparto de él otra vez, aún sabiendo cuanto le duele el rechazo. Si llegara a tocarme echaría todos mis planes a la basura, no puedo dejar que eso pase. Ahora ya no hay vuelta atrás.

—Oliver... Yo... Lo siento— no sabía que más podía decirle, ya me sentía lo suficiente mal y no quería hacerle más daño del que ya le estaba causando.

—¿Sabes qué?— me mira, esta vez cabreado. —¿Te piensas que esto me importa? Pues no, yo también te he estado mintiendo. ¿Cómo has podido pensar que de verdad yo estaba enamorado de ti?— me está mintiendo, no me lo puede estar diciendo en serio. Está a la defensiva. Yo le he hecho daño y él ahora me quiere hacer lo mismo. Quiero pensar que se trata de eso. —¿Qué crees que he estado haciendo mientras estabas haciéndote pasar por la novia de Isaak? Eh, ¿qué crees?— camina hacia mí con una postura amenazadora, desafiante. Pero es que sus ojos, su mirada... Su mirada me decía todo lo contrario.

No te enamoresWhere stories live. Discover now